(CNN Español) – Panamá llegó a un Mundial. Eso es un logro, es histórico. Y el equipo comandado por Román Torres y dirigido por el ‘Bolillo’ Gómez sabía que no iba a ser fácil. Por eso no es sorpresa la derrota 3-0 ante Bélgica, uno de los favoritos del torneo.
Panamá hizo mérito en el primer tiempo: aguantó. Pero la calidad física y técnica de Romelu Lukaku, una de las estrellas del equipo europeo, desbarataron toda esperanza.
Dries Martens abrió el marcador al inicio del segundo tiempo y Lukaku hizo doblete en el 69 y el 75. Goles de alta factura. Poco pudieron hacer los canaleros.