(CNN) – Cuando 12 niños futbolistas y su entrenador se aventuraron adentro de una cueva de Tailandia, el mes pasado, dejaron sus bicicletas encadenadas a la entrada. Esperaban regresar en pocas horas.
Pero no salieron a la superficie de la cueva ese día. Ni el día siguiente. Ni una semana después.
Finalmente, después de nueve días, los 13 miembros del equipo de fútbol fueron encontrados a salvo. Pero rescatarlos puede ser una labor difícil. No es claro si los rescatistas podrán drenar la cueva o los buzos tendrán que enseñarles a los niños cómo bucear para lograr sacarlos.
Esta es la cronología de su dura experiencia y los esfuerzos de búsqueda desplegados:
FOTOS | Atrapados en la cueva: imágenes de los niños de Tailandia a mil metros bajo tierra
Sábado, 23 de junio: los niños desaparecen
Alrededor de la 1 p.m., en un día soleado, los miembros del equipo de fútbol Wild Boars encadenan sus bicicletas a un riel y caminan hacia la cueva Tham Luang Nang Non, en las montañas del norte de Tailandia.
Avanzan cada vez más profundo dentro de la cueva, mientras pasan las señales que advierten a los excursionistas permanecer afuera durante la temporada de lluvias que estaba a punto de comenzar.
Entonces la lluvia comienza a caer con fuerza. Muy duro.
Un guardabosques del lugar ve las bicicletas encadenadas, después de que el parque cerró sus puertas. Los esfuerzos de búsqueda y rescate comienzan esa misma noche.
Domingo, 24 de junio: encuentran maletas y sandalias
Los rescatistas hallan maletas y sandalias dentro de la cueva. Sin embargo, las aguas crecientes obligan a la suspensión de la búsqueda por la tarde, según el diario Bangkok Post.
Lunes, 25 de junio: los buscadores hallan huellas de manos
El agua, que sigue creciendo, bloquea el camino. Lo que deja a los niños y su entrenador perdidos dentro de la red de cuevas, según detalla a CNN un funcionario de los Parques Nacionales de Tailandia. Los rescatistas detienen la búsqueda por la noche debido a las inundaciones.
“Se encontraron huellas de manos alrededor de la pared de la cueva. Pero todavía no podemos ubicar a los niños”, publican miembros de la Real Armada Tailandesa en Facebook.
Los rescatistas usan bombas para drenar el agua.
Martes, 26 de junio: “El agua aumenta todo el tiempo”
Tras un retraso debido a la lluvia, la búsqueda se reanuda. Se ubican cables eléctricos y mangueras de ventilación en la cueva, informa el Bangkok Post.
Vernon Unsworth, un explorador de cuevas británico quien ahora vive en Tailandia, le dice a CNN que está ayudando con la búsqueda.
“Hasta donde sé, los buzos (de la marina tailandesa)… han ingresado a la parte principal de la cueva, pero las condiciones son muy difíciles”, relata Unsworth. “El agua aumenta todo el tiempo”, detalla.
Unsworth ha explorado la cueva varias veces y asegura que el agua es el mayor peligro.
“Si los niños han llegado demasiado lejos, la crecida del otro extremo empezará a entrar”, señala. “El problema está a los 3 kilómetros hacia adentro, donde hay un gran piscina de agua que está aumentando cada vez más”.
Unsworth también sostiene que, por la falta de flujo de aire en la cueva, las condiciones empeorarán. “Las próximas 6 a 10 horas serán cruciales”, dice.
Miércoles, 27 de junio: “El tiempo se agota”
El tiempo se agota, advierte el ministro del Interior de Tailandia, Anupong Paochinda. “Trataremos de buscar otras formas aparte del rescate submarino, porque el tiempo se agota”, explica. Pero confía en que los niños y su entrenador siguen con vida.
Los rescatistas intentan acceder a las cuevas desde lugares elevados, utilizando nuevos mapas para reducir el área de búsqueda. Casi 50 bombas están trabajando en las cuevas, pero los niveles de agua continúan creciendo. Llega un equipo militar del Comando Pacífico de EE.UU., así como expertos espeleólogos y buzos británicos.
Jueves, 28 de junio: la lluvia intensa obstruye la misión
La lluvia torrencial obliga a los rescatistas a detenerse durante cinco largas horas. La energía se apaga temporalmente. Finalmente, los equipos pueden reiniciar sus labores.
Se utilizan drones, incluidos algunos con cámaras térmicas. Además, bombas de servicio pesado se introducen para detener las crecientes inundaciones.
Viernes, 29 de junio: llega ayuda de China
Seis expertos chinos llegan al sitio de la cueva en la provincia tailandesa de Chiang Rai, según la embajada de China en Tailandia.
Los escaladores se deslizan por una conducto hacia el complejo de la cueva, en lo profundo del lugar, al norte de la entrada donde se encontraron las bicicletas de los niños. La perforación está en curso en varios puntos del complejo de la cueva, principalmente para reducir las inundaciones.
Sábado, 30 de junio: llega ayuda australiana
Australia también despliega un equipo de seis expertos del Grupo de Respuesta de Especialistas de su Policía Nacional. Este cuerpo, que normalmente lleva a cabo operaciones de búsqueda y rescate en tierra, también tiene experiencia en bucear en cuevas inundadas.
Domingo, 1 de julio: la misión de rescate continúa
El equipo de rescate internacional –incluidos los miembros de la armada tailandesa, junto con expertos de al menos seis países– ha trabajado para llegar a una cámara grande y profunda, informalmente conocida como playa de Pattaya, donde se cree que se refugiaron los niños desaparecidos.
Lunes, 2 de julio: alivio, por fin
Los equipos de rescate encuentran vivos a los 12 niños y su entrenador de fútbol en la cueva, anuncia el gobernador de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn.
Sin embargo, la misión de rescate aún no ha terminado.
“Drenaremos toda el agua de la cueva. Después sacaremos a las 13 personas”, detalla Osottanakorn.
“Ahora planeamos cómo enviar (a) una enfermera y un médico dentro de la cueva para controlar su salud y movimiento. Trabajaremos toda la noche”, indica.
El equipo probablemente necesita tratamiento médico, incluidos líquidos, dijo la consultora de rescate Pat Moret a CNN. Será un desafío para los buzos llevar a los niños por la zona inundada, agregó. “No será como el buceo que la mayoría de las personas conocen. Se sumergirán en lo que en realidad es agua fangosa, posiblemente de flujo rápido, sin sentido de dirección”, indicó.
Lo que dijeron los niños atrapados en la cueva de Tailandia cuando vieron a sus rescatistas
Jamie Tarabay y Mark Phillips, ambos de CNN, contribuyeron a este informe.