(CNN) – El mundo suspiró de alivio cuando los niños de un equipo de fútbol y su entrenador fueron hallados con vida dentro de una cueva al norte de Tailandia, este lunes.
Durante esa noche, se evaluó el estado de salud de los 12 jóvenes, con edades entre 11 y 16 años, y de su instructor: parece que solo sufrieron lesiones menores como erupciones en la piel, según la Fuerza Naval de Tailandia. Un médico y una enfermera están entre loas personas que los atienden.
El equipo de fútbol Wild Boar entró a explorar la red de cuevas el pasado 23 de junio, cuando fuertes lluvias estacionales inundaron la entrada, dejándolos atrapados en el interior. Su desaparición provocó un desesperado esfuerzo de búsqueda y rescate que se extendió por nueve días.
FOTOS | Atrapados en la cueva: imágenes de los niños de Tailandia a mil metros bajo tierra
Cientos de voluntarios y equipos internacionales especializados en búsquedas batallaron contra las lluvias torrenciales para ubicar al grupo desaparecido, mientras Tailandia atraviesa su temporada de monzones. La búsqueda se llenó de tensión a medida que pasaba el tiempo y crecía la preocupación sobre si los niños y su entrenador serían hallados con vida.
Ahora que fueron encontrados, los rescatistas trabajan las 24 horas del día para hallar cómo sacarlos de las profundidades de la red de cuevas, a donde solo se pudo acceder a través de un estrecho canal inundado.
Los intentos por drenar agua de la que cueva o encontrar otra entrada han fallado. Una situación que pone a los niños y a su entrenador en una espera emocional sin fecha límite: no está claro cuánto tiempo pasará antes de que puedan salir.
Los efectos psicológicos a largo plazo
Cuando los rescatistas encontraron al equipo desaparecido en una cueva totalmente oscura, los niños expresaron que tenían hambre y que no sabían qué día era.
“¿Nos iremos hoy?”, preguntaron al socorrista.
Estar atrapado en un espacio confinado durante días también puede provocar miedo, confusión, ansiedad y sentimientos de impotencia y desesperanza, explicó Sandy Capaldi, psicóloga y directora asociado del Centro para el Tratamiento y Estudio de la Ansiedad en la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania.
Además, esos impactos psicológicos inmediatos pueden ser diferentes en niños y en adultos.
“Mientras un adulto puede ser propenso a tratar de pensar la situación de manera más racional –diciéndose a sí mismo que el rescate seguramente vendrá porque otros los estarán buscando–, los niños podrían ser incapaces de hacerlo y, por lo tanto, experimentar más sentimientos negativos”, indicó Capaldi.
“Sin embargo, los impactos psicológicos a largo plazo de eventos traumáticos como este suelen ser para los adolescentes muy similares a los adultos”, agregó.
Ahora, creer que finalmente has sido encontrado y te rescatarán, solo para saber después que deberás esperar días, semanas o meses antes de que logren liberarte también puede implicar un costo psicológico, según los expertos.
Y las consecuencias psicológicas podrían continuar después del rescate: se manifiestan en forma de pesadillas, problemas para dormir, estar demasiado alerta o en guardia y hasta dificultades para concentrarse.
“Para algunos, estas reacciones disminuyen con el tiempo, pero para otros pueden permanecer y dar lugar a un trastorno por estrés postraumático (TEPT)”, señaló Capaldi.
“Si bien no todas las personas que experimentan un evento traumático desarrollarán TEPT, los niños y adolescentes que sí lo padecen tienen un mayor riesgo de otros trastornos del estado de ánimo, de ansiedad, alimentación y el abuso de sustancias”, detalló. Sin embargo, “el vínculo entre el desarrollo del TEPT y estos otros trastornos no está claro”.
Los peligrosos impactos en la salud física
Permanecer atrapado en un cueva o en otro lugar salvaje también puede poner la salud física de una persona en riesgo de sufrir lesiones, enfermedades, falta de agua o comida, gérmenes que causan ciertas infecciones bacterianas o de hongos y la exposición a animales silvestres que podrían causar daño, como serpientes o murciélagos, aseguró el doctor Paul Auerbach, experto en medicina de áreas salvajes y profesor de medicina de emergencia en la Universidad de Stanford.
Adicionalmente, la “temperatura afecta directamente la habilidad del cuerpo para funcionar de muchas maneras. Tanto la hipotermia –cuando la temperatura central de una persona es demasiado fría– como la hipertermia –cuando la temperatura corporal de una persona es demasiado alta– pueden ser dañinas”, indicó Auerbach.
Una vez que son rescatadas, las personas que quedaron atrapadas en la naturaleza necesitarán que se les revise la temperatura como parte de la evaluación médica general.
“Probablemente estarán deshidratados y sufrirán desnutrición aguda, lo que los debilitará, así que requerirán un gran cuidado para estar a salvo”, insistió Auerbach.
“Han perdido masa muscular y pueden tener anormalidades en la química del cuerpo. Por lo tanto, la evaluación médica y el tratamiento indudablemente incluirán la rehidratación, ya sea por vía intravenosa u oral. Es posible que algunos de ellos hayan padecido diarrea infecciosa”, dijo.
“Como sus sistemas gastrointestinales se habrán ralentizado considerablemente debido a la falta de alimentación, necesitarán consumir alimentos de suave digestión, por lo que pueden necesitar reposición intravenosa con glucosa y electrolitos”, que son azúcar y líquidos, detalló.
Además, cuando te encuentras atrapado en una cueva, la completa oscuridad también puede dejar una huella en tu salud. “Una constante oscuridad total causaría desorientación frente a la hora del día y quizás afectaría los ritmos circadianos que permiten el sueño reparador”, completó Auerbach. “Quizás también aumente la angustia emocional”.
Para el equipo de fútbol, las autoridades anunciaron planes de suministrarle provisiones de alimentos para cuatro meses, así como enseñarles a los niños cómo bucear.
Los cuatro meses sealados se han interpretado como una posible señal de que las autoridades están considerando esperar hasta que termine la temporada de lluvias, en octubre, para empezar la operación de rescate.
Sin embargo, con las fuertes lluvias que se esperan en los próximos días, el aumento del nivel del agua podría obligar a los rescatistas a actuar más temprano que tarde.
El buceo es considerado uno de los métodos de rescate menos deseables. L los expertos advierten que cualquier intento por cruzar los pasajes entrechos estará plagado de dificultades y posibles complicaciones, especialmente si los niños no pueden nadar o están físicamente débiles debido a los días que han permanecido en la cueva.
“Este va a ser un rescate complicado”, anticipó Auerbach. “Es manejable, pero deben estar seguros de que estos niños son física y emocionalmente capaces de hacerlo”.
Steve George, Kocha Olarn, Lauren Said-Moorhouse y Patrick Samsamak, todos de CNN, contribuyeron a este informe.