(CNN) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania Trump, llegaron al patio del castillo de Windsor en un Range Rover puntualmente a las 5:00 p.m. hora local (12 p.m. ET) este viernes.
Los Trump saludaron a la reina estrechándole la mano (no haciendo la reverencia) y luego se pusieron de pie para escuchar el himno nacional de Estados Unidos. El presidente y la primera dama pusieron sus manos sobre sus corazones mientras la reina sostenía sus manos e inclinaba la cabeza.
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Tras esto, el presidente y la reina inspeccionaron a la Guardia de Honor y, después, regresaron a una plataforma mientras los militares marchaban frente a ellos.
Los tres mantuvieron una conversación mientras aviones sobrevolaban el lugar.
Trump y la reina charlaron mientras andaban hacia el interior del palacio, con la primera dama algo detrás. Entraron al castillo a tomar el té a las 5:10 p.m.
Solo 48 minutos después, el matrimonio salió del interior, según reportó Kate Bennett, de CNN.
El protocolo
Este era uno de los momentos más esperados del encuentro entre los mandatarios, con expectativa sobre si los Trump cumplirían los protocolos o no.
La reina les ofrece un té de ‘alto standing’, que es un campo lleno de etiqueta. La biblia de la alta sociedad británica, Debretts, da el siguiente consejo: “Si un camarero pone una tetera en la mesa sin servirlo, la persona más cercana a la tetera debería servir el té a todo el mundo. Si la tetera contiene té suelto, servir a través de un colador de té. Añadir la leche o el limón y el azúcar. Después de remover, quitar la cuchara de la taza y ponerla en el platillo. Sostener el asa de la taza entre el pulgar y el índice, sin dejar el dedo meñique en el aire. No mojar las pastas en el té a no ser que se trate de un evento informal, y no sorber, aunque esté caliente”.
La silla de Churchill
Pese a las manifestaciones por la presencia de Trump en Reino Unido, el presidente parece estar disfrutando. La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, compartió en Twitter una foto de Trump sentado en el sillón del ex primer ministro de Reino Unido Winston Churchill en Chequers, la residencia de verano de la primera ministra.
Theresa May acogió a Trump en esa casa el viernes por la mañana (hora local) para una reunión bilateral.
Trump es fanático de Churchill. De hecho, restauró su busto en el despacho oval nada más asumir la presidencia de Estados Unidos.
La mentira
El presidente Donald Trump volvió a afirmar falsamente el viernes que predijo los resultados del voto del Brexit antes del referéndum durante una visita a su campo de golf Turnberry en Escocia en 2016.
“Bueno, si recuerdas, estaba abriendo Turnberry el día antes del brexit”, dijo Trump, “y dije: ‘¿Qué está pasando?’ Y de lo único que querían hablar era del Brexit y me pidieron mi opinión y creo que estarán de acuerdo en que dije que creo que sucederá el brexit. Y sucedió. Y luego cortamos la cinta”.
Lo que dijo Trump en realidad: el entonces próximo nominado republicano alabó la decisión de Reino Unido de “reafirmar el control sobre su propia política, fronteras y economía” el día después del brexit, calificando la decisión de los votantes como “algo grandioso”.
Las manifestaciones
Mientras todo esto ocurría, las calles de la capital de Reino Unido, Londres, estaban llenas de personas que se manifestaban en contra de su presencia. Algunas de las mujeres que se concentraron para protestar iban vestidas como ‘criadas’ del libro (y serie homónima) ‘El Cuento de la Criada’, de Margaret Atwood. Todas las imágenes muestran a miles de personas reunidas en contra del presidente de Estados Unidos.
Eso sí, en Windsor un numeroso grupo de personas se reunió para dar la bienvenida al presidente con carteles con corazones.