(CNN Español) – A la periodista colombiana María Jimena Duzán la amenazaron de muerte esta semana a través de Twitter. Un personaje anónimo, que ya borró su cuenta, pidió “hacer patria” en nombre de los paramilitares, escupirla, violarla, asesinarla con sevicia y exponer su cuerpo descuartizado en la Plaza de Bolívar de Bogotá. Duzán denunció la amenaza en Twitter y ante la Fiscalía.
Ella es uno de los periodistas que fueron amenazados de muerte esta semana en Colombia. La alarmante situación se une a la masacre de líderes sociales que ha azotado al país en los últimos meses y las cifras, tanto de amenazas a periodistas como los asesinatos de líderes sociales, van en aumento.
“Denuncié esa amenaza porque yo me he dado cuenta de que en Colombia uno de los problemas es que la vida no vale nada, sobre todo la vida de la persona crítica, de las personas que cuestionan, que critican”, dijo Duzán en una entrevista con CNN en Español.
Duzán fue víctima de la violencia del narcotráfico de Pablo Escobar a finales de la década de 1980 y principios de 1990. Ella dice que aunque durante muchos años ha recibido amenazas por su trabajo periodístico, denunció esta amenaza por miedo y para visibilizar la problemática.
“Decidí salir a protestar porque me dio miedo. Me dije ‘hay un límite’”, le dijo a CNN en Español. “Cuando uno se deja cosificar y deshumanizar por el otro es muy fácil que lo maten. Y que maten como están matando a todo el mundo. Y como han matado en este país”.
“Espero que nunca volvamos a los años 90”, dice, haciendo referencia a una época mortal para Colombia debido a la violencia del narcotráfico. Entre octubre de 1980 y diciembre de 1999, fueron asesinados al menos 90 periodistas, según la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP.
La FLIP, con sede en Bogotá, Colombia, le pidió este lunes celeridad a la Fiscalía en las investigaciones de las amenazas contra periodistas, pues no solo Duzán fue amenazada.
El fin de semana en un panfleto firmado por el grupo delincuencial Bloque Central de Las Águilas Negras, amenazaron a la periodista Jineth Bedoya y a los comunicadores del medio digital La Silla Vacía. En ese panfleto los violentos dijeron no estar “jugando”. Allí también nombraron a políticos, líderes sociales y organizaciones defensoras de derechos humanos, según un comunicado que emitió la FLIP sobre el caso.
El lunes tres periodistas de RCN Radio —Jorge Espinosa, Yolanda Ruiz y Juan Pablo Latorre— fueron amenazados por una persona que se comunicó con la emisora y les dijo que tenían “72 horas para callarse la boca y dejar de estar hablando de las organizaciones”, reportó la FLIP y los mismos periodistas en redes sociales.
Tanto la Policía como la Fiscalía han dicho que las investigaciones sobre estas amenazas están en curso y que están “atendiendo la situación”.
“Cada caso de esos lo tomamos como una prioridad y está siendo ya investigado por la Policía y Fiscalía General de la Nación”, dijo el general Jorge Nieto, director de la Policía de Colombia en una conferencia de prensa en Bogotá este lunes.
Las autoridades rechazaron las amenazas contra los periodistas y líderes sociales. El saliente presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo este lunes que las amenazas contra los periodistas son una preocupación pues buscan “generar todo tipo de angustia” y miedo para manipular a la población. Pero reconoció que aún falta mucho por hacer.
“Siempre puede uno decir eso: que la reacción no ha sido lo suficiente porque hasta que no desaparezcan por completo esos asesinatos o esas amenazas, pues uno puede decir [que] el gobierno o el Estado está siendo ineficiente o no ha hecho lo suficiente. Eso es cierto, esa crítica siempre estará ahí”, dijo Santos este lunes en una entrevista con periodistas de la Universidad Santo Tomás en Bogotá.
El entrante presidente Iván Duque, que se posesiona el 7 de agosto como el presidente número 60 de Colombia, rechazó la violencia contra los periodistas en su cuenta de Twitter.
Aunque las autoridades dicen que están investigando, Duzán critica el lento proceder de las indagaciones de amenazas.
“Las investigaciones [de asesinatos de líderes sociales] se están demorando, han sido muy lentas en la Fiscalía y las investigaciones de las amenazas a los periodistas, también”, dijo Duzán a CNN en Español. “Qué importa que nos den escoltas. Yo lo que necesito saber es quién está detrás de esas amenazas y saber quiénes están matando a los líderes”.
Sobre la demora en las investigaciones, Santos reconoció este lunes que “siempre el Estado es más lento de lo que uno quisiera que fuera en materia de responder a situaciones imprevistas”.
Según el reporte de 2018 sobre libertad de prensa de Reporteros Sin Fronteras, “Colombia sigue siendo uno de los países más peligrosos del continente para los periodista”. Ese país ocupa el puesto 130 entre 180 países de la clasificación de libertad de prensa.
En los últimos años en Colombia se aumentaron los casos de amenazas contra periodistas, según cifras de la FLIP. Para 2015 esta organización había registrado 59 casos de amenazas contra periodistas y en 2017 la cifra llegó a 129. Hasta el 11 de julio de 2018 se habían reportado 89 amenazas.
¿Regreso a los 90 de Pablo Escobar?
María Jimena Duzán fue víctima de la guerra sin cuartel de Pablo Escobar contra los periodistas. Escobar asesinó en diciembre de 1986 al director del diario el Espectador, Guillermo Cano Izasa, y puso una bomba en las instalaciones del periódico en 1989, donde Duzán trabajaba. Su hermana, Silvia Duzán, fue asesinada por paramilitares cuando hacía un documental en el departamento de Santander sobre los líderes sociales de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Carare (ATCC). Por esta masacre fueron condenados dos paramilitares, tres agentes de la Policía Nacional y dos civiles, pero la justicia absolvió en segunda instancia a los policías, según el Centro Nacional de Memoria Histórica.
Duzán tuvo que salir del país por tres años debido a las amenazas en su contra, pero a pesar de recibir numerosas amenazas de muerte durante muchos años, ha seguido escribiendo sobre la violencia en el país.
“El impacto que me produjo a mí los 90 quedó para siempre en mi vida”, dice. “Mi hermana fue asesinada por esa misma ferocidad del conflicto. Ahora que no tenemos un conflicto y que ya están desactivadas todas las armas sería el colmo que nosotros volviéramos a retroceder en la historia”. Para ella, el acuerdo de paz con las FARC redujo “a niveles históricos” la guerra.
“Yo soy víctima de los 90. Por eso le digo que esto es distinto. De todas formas este país ha mejorado”, dice.
La periodista cree que con la situación de violencia que atraviesa en el país, “el peligro de volver de nuevo” a los márgenes de violencia de la década de los 90 “es muy alto”. Pero también es optimista, pues la amenaza de Pablo Escobar ya no existe y las bandas del narcotráfico son una amenaza “mucho menor” que la del pasado.
“Entonces no hay que ser tan fatalistas. Pablo Escobar es Pablo Escobar. La época de Pablo Escobar no va a volver. Esto es un narcotráfico que tiene cercada a una zona donde no existe el Estado desde hace 30 años. ¿Culpa de quién? De los últimos 20 o 30 gobiernos que ha tenido Colombia y es una falencia del Estado Colombiano que no llegue a los lugares”, dijo.
Y ahora, es la polarización política, dice ella, la que tiene bajo amenaza a los periodistas.
“La polarización, lo que le está diciendo al periodismo, es que no puede existir”, le dijo la periodista a CNN en Español. “Todo este tema de cercar a la crítica, yo creo que es lo más importante que hay que preservar. No hay que dejarse cercar, porque cuando nosotros nos dimos cuenta en los 90, ya estábamos cercados”.