(CNN) – Arabia Saudita expulsó al embajador de Canadá y congeló los nuevos acuerdos comerciales y de inversión después de que el Ministerio de Exteriores de ese país criticara las violaciones de derechos humanos en el reino islámico.
En un comunicado dado a conocer este domingo, el Ministerio de Asuntos Exteriores saudí dijo que el embajador canadiense, Dennis Horak, debía dejar el país “en las próximas 24 horas” y retiró su a su propio embajador en Canadá.
“El Reino ve la posición de Canadá como un esfuerzo… que requiere una respuesta intensa para prevenir que cualquier parte intente interferir con la soberanía saudí”, dice el comunicado, en el que se agrega que se reserva el “derecho para tomar acciones adicionales”.
Bahrein, un acérrimo aliado de Arabia Saudita, dijo en un comunicado este lunes que respalda la medida. El Ministerio de Exteriores del país criticó lo que llamó una “intervención inaceptable en los asuntos internos del Reino de Arabia Saudita”, según la agencia de noticias estatal de Bahrein.
El comunicado llega después de una serie de tuits del Ministerio de Exteriores de Canadá, la semana pasada, en los que le pedían a las autoridades saudíes “liberar inmediatamente” activistas de derechos civiles.
Una reciente ofensiva del Gobierno saudí ha dejado un gran número de activistas de alto perfil detenidos, incluyendo la defensora de derechos de la mujer, Samar Badawi, cuyo hermano Raif ha estado tras las rejas desde 2012 y fue sentenciado a recibir 1.000 latigazos.
Según Humans Rights Watch, Badawi fue arrestada el 1 de agosto como parte de una “ofensiva gubernamental sin precedentes sobre el movimiento de derechos de las mujeres que empezó el 15 de mayo de 2018 y que ha resultado en el arresto de más de una docena de activistas”.
En un tuit, el jueves pasado, la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, dijo que estaba “muy alarmada” tras conocer el arresto de Badawi, y que “Canadá se mantiene unida a la familia Badawi”.
El viernes, la cuenta oficial de la cancillería canadiense hizo seguimiento al caso y tuiteó que “Canadá está seriamente preocupada por los arrestos adicionales de la sociedad civil y activistas de derechos de las mujeres en #ArabiaSaudita, incluyendo [el caso] de Samar Badawi. Le pedimos a las autoridades saudíes que los liberen inmediatamente y a todos los demás activistas pacíficos de derechos humanos”.
Samar Badawi es una de las activistas de derechos de las mujeres de más alto perfil en Arabia Saudita, un país gobernado por una estricta interpretación del islam suní, que limita los roles que las mujeres pueden tener un la sociedad. Solo recientemente las mujeres obtuvieron el derecho a conducir y se requiere que tengan la aprobación de un tutor masculino para la mayoría de las actividades básicas.
En 2012, la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton y primera dama Michelle Obama de EE.UU., presentaron a Badawi en el Premio Internacional de Mujeres con Coraje de Estados Unidos, por su trabajo de defensa de derechos humanos.
Anteriormente Badawi había pasado siete meses en prisión, en 2010, por desobedecer a su papá, de quien ella dice había abusado físicamente de ella a los 14 años cuando su mamá murió de cáncer.
En el comunicado enviado por el Ministerio de Exteriores, las autoridades saudíes acusaron al Gobierno canadiense de hacer una “interferencia flagrante en los asuntos domésticos del reino”.
“El Ministerio de Asuntos Exteriores saudí ha expresado incredulidad por este comentario negativo sin fundamento, que no se basó en ninguna información precisa o verdadera”, dice el comunicado.
“Es muy desafortunado ver la frase ‘liberación inmediata’ en el comunicado de Canadá, lo que es un reprensible e inaceptable uso del lenguaje entre dos estados soberanos”.
El Ministerio de Exteriores saudí dijo que aquellas personas que fueron arrestadas fueron “detenidas legalmente por la Procuraduría General por cometer crímenes castigables por la ley vigente, que también garantiza los derechos de los detenidos y les proporciona el debido proceso durante la investigación y juicio”.
El comunicado agrega que “el Reino suspenderá todas las nuevas transacciones comerciales y de inversión con Canadá”.
El comercio entre los dos países excedió los 4.000 millones de dólares canadienses (unos 3.000 millones de dólares estadounidenses) el año pasado, según el Gobierno de Canadá.