(CNN) – Llamando a todos los usuarios de lentes de contacto: no entren en pánico. (Temblar un poco está bien)
Imagina ir al oculista porque tu párpado superior está hinchado y te duele. El médico te dice que es un quiste y te opera. Entonces, el cirujano encuentra un lente de contacto: un lente rígido permeable a los gases.
¡Pero no has usado ese tipo de lentes de contacto en 28 años!
Eso es lo que le sucedió a una mujer británica de 42 años, según un informe publicado recientemente en la revista BMJ Case Reports.
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Comenzando como un bulto del tamaño de un guisante justo debajo de su ceja izquierda, el quiste creció durante un período de seis meses hasta que fue visible en una resonancia magnética. Además de la hinchazón y el dolor posterior cuando se tocaba, el párpado izquierdo se caía.
Cuando los cirujanos descubrieron el lente de contacto rígido, estaba intacto; parecía haber sido perfectamente encapsulado por el tejido. En el proceso de quitarlo, se rompió y se astilló.
La mujer estaba desconcertada. Entonces su madre recordó un accidente cuando la mujer tenía 14 años: mientras jugaba al bádminton, se golpeó en el ojo izquierdo. Ella usaba lentes de contacto rígidos en ese momento, y nunca se encontró la del ojo lesionado. Debido a que la lesión se resolvió rápidamente con cuidado conservador, la familia asumió que el lente había salido volando de su ojo y se había perdido.
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Ella nunca volvió a usar lentes de contacto.
Las señales de advertencia de un lente de contacto atrapado generalmente incluyen dolor agudo o áspero, sensibilidad a la luz y enrojecimiento, pero la mujer no tuvo ningún síntoma una vez que la herida sanó.
Sus problemas más recientes disminuyeron después de que se sacaron el lente.
Las lentes de contacto permeables a los gases están hechas de plástico rígido y duradero que transmite oxígeno, que no debe confundirse con los populares lentes “blandos” o los antiguos lentes de contacto “duros”.
Aunque perder un lente dentro de un párpado es algo común para la mayoría de los usuarios, menos de un puñado de casos han sido reportados de que el cuerpo encapsule un lente como un objeto extraño.
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Sin embargo, los médicos encontraron 27 lentes de contacto blandos en el ojo de otra mujer británica el año pasado. El caso también fue informado en BMJ Case Reports. Los médicos encontraron un grupo de 17 contactos desechables en una “masa azul” en su ojo derecho; luego encontraron otro grupo de 10. La mujer, que tenía peor vista en el ojo derecho que en el izquierdo, pensó que había perdido un lente mientras la colocaba.
Aquí hay una sugerencia de los médicos sobre este caso: informa a tu oftalmólogo sobre cualquier trauma ocular anterior y, si tienes alguna inflamación, pide al médico que verifique si hay lentes díscolos.