(CNN) – El papa Francisco expresó este sábado durante su visita a Irlanda su vergüenza respecto a los “crímenes atroces” del histórico abuso de menores en la Iglesia Católica y dijo que el enojo estaba justificado.
Sin embargo, no mencionó específicamente el escándalo surgido tras el reporte de un gran jurado en Estados Unidos que documenta al menos 1.000 casos de pedofilia en el clero.
“El fracaso de las autoridades eclesiásticas – obispos, superiores religiosos, sacerdotes y otros – para hacer frente adecuadamente a estos crímenes atroces con razón ha dado lugar a la indignación, y sigue siendo una fuente de dolor y vergüenza para la comunidad católica. Yo mismo comparto esos sentimientos”, dijo el papa.
El pontífice hablaba en un salón del Castillo de Dublín lleno de cientos de personalidades políticas y religiosas, además de diplomáticos extranjeros.
Posteriormente, el papa se reunió durante una hora y media con ocho víctimas irlandesas de abuso clerical, religioso e institucional, de acuerdo con Greg Burke, director de la oficina de prensa del Vaticano.
El viaje de 32 horas es la primera visita en 39 años de un papa a una Irlanda de mayoría católica, un país que ha vivido enormes cambios sociales en ese periodo, con la introducción del divorcio, las bodas entre parejas del mismo sexo y más recientemente la legalización del aborto, así como un creciente rechazo a la religión.
El papa argentino sigue siendo altamente popular en Irlanda y se espera que decenas de miles de personas se congreguen la noche de este sábado en el estadio Croke Park de Dublín para un evento masivo.
Cientos de miles más asistirán el domingo por la tarde a una misa que celebrará el papa en el parque Phoenix Park de la ciudad. Los 500.000 boletos para el evento ya fueron repartidos.
No obstante, también se espera que el papa Francisco enfrente protestas sin precedentes respecto a los escándalos de abusos clericales y el manejo de estos por parte de la Iglesia.
El martes, el gran jurado en Pensilvania difundió un reporte que dice que 300 sacerdotes católicos en Estados Unidos abusaron sexualmente de menores durante siete décadas, protegidos por líderes de a iglesia.
La investigación, una de las más amplias sobre el tema en la historia de Estados Unidos, identificó a 1.000 víctimas, pero dijo que probablemente había miles más.
“Sacerdotes violaban a niños y niñas pequeños, y los hombres de Dios que eran responsables de ellos no solo no hicieron nada; lo ocultaron todo”, escribió el gran jurado.
El lunes, el papa Francisco reconoció “con vergüenza y arrepentimiento” el fracaso de la Iglesia Católica en su actuación respecto a los abusos. En una carta inusualmente contundente escribió: “No mostramos ningún cuidado por los pequeños; los abandonamos”.