Casa familiar en una zona pobre de Ciudad de México en 2012.

(CNN Español) – El empobrecimiento en México es “permanente”, afirmaron tajantemente este lunes expertos del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que alertaron de que desde hace 25 años unas 62 millones de personas en el país, que actualmente equivaldrían a aproximadamente la mitad de la población de México, “carecen del ingreso suficiente para adquirir la canasta básica, situación que no ha cambiado”.

En 2016, más de la mitad de la población, el 56%, no tenía acceso a seguridad social en casos de accidentes profesionales, enfermedades, jubilación, invalidez o vejez, según destacó en rueda de prensa el investigador Andrés Blancas. Además, dijo que en México 19 millones de personas no tienen acceso a servicios médicos.

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Ana Patricia Sosa Ferreira, otra experta de la institución, alertó de que a final del primer trimestre de 2018 un 16% de hombres y 14% de mujeres “se encontraban en condiciones críticas de empleo”, es decir, tenían condiciones laborales por las que sus ingresos por trabajar eran menores al salario mínimo trabajando incluso más de 35 horas semanales. “La gente acepta un trabajo en donde sea”, señaló Sosa.

Casa familiar en una zona pobre de Ciudad de México en 2012.

La experta lamentó que, cuando las instituciones atienden la pobreza, en ocasiones olvidan considerar la desigualdad estructural de la sociedad o los procesos por los cuales la gente acaba siendo pobre. “Se requiere una política económica con perspectiva de crecimiento, no solo de la macroeconomía”, dijo, recordando que detrás de la pobreza está la desigualdad y defendiendo que las políticas deben frenar la pobreza, no solo aliviarla.

El crecimiento económico, en resumen, debe estar basado en crear empleos que sean sostenibles, formales y estén bien remunerados, indicó Blancas, quien lamentó que en México “la mayoría de las empresas son pequeñas e informales y absorben una gran parte del empleo”. Esto hace que el trabajo sea informal, lo que genera bajas expectativas de crecimiento y altas probabilidades de desempleo, que es el “problema fundamental” para resolver la pobreza, a su juicio.

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“Los programas asistenciales de empleo temporal, inversión y pequeñas empresas, entre otros, estimulan el consumo, pero no las actividades productivas”, explicaron los expertos, insistiendo en que la pobreza se resolverá cuando se actúe de manera integral.

Estos dos expertos de la UNAM apostaron por una “política explícita de industrialización y el aumento de la ciencia y tecnología aplicada a la producción, que genere crecimiento de la inversión productiva, pública y privada, y eso a su vez propicie ciclos que lleven a aumentar el empleo remunerativo”.

“Se requiere una armonía entre las políticas monetaria, fiscal, industrial y exterior, y resolver las diferencias de desarrollo regional”, concluyó Blancas.