(CNN) – De nuevo el gobierno del presidente Donald Trump no pudo determinar dónde estuvieron cerca de 1.500 niños en un periodo de tres meses este año. Es la segunda vez en menos de un año que la administración admite que perdió el rastro de cientos de niños indocumentados liberados de la custodia del gobierno.
Los hallazgos fueron dados a conocer este martes por un grupo bipartidista de senadores que han estado trabajando en el tema, mientras prepararan una legislación que haría al gobierno responsable de esos niños incluso después de que hayan sido liberados.
La falta de certeza sobre dónde están los niños no significa necesariamente que estén perdidos. Puede ser simplemente que nadie en su casa responda el teléfono cuando el Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS) de EE.UU. llama, o que no respondan los mensajes. Es posible que algunas familias sean indocumentadas y estén evadiendo al gobierno. Pero también es posible que los niños pudieran haber terminado con traficantes o personas que puedan lastimarlos.
Entre el 1 de abril y el 30 de junio, el HHS hizo llamadas de seguimiento a 11.254 niños inmigrantes que había liberado de su custodia, y no pudo determinar dónde estaban 1.488 de ellos, casi un 13%, según los hallazgos dados a conocer por el subcomité de investigación de la Comisión de Interior del Senado. Veinticinco de esos niños habían huido de los adultos con los que se les había enviado.
Los hallazgos son similares a la información previa dada a conocer por el comité que mostraba que el HHS no pudo establecer dónde estaban 1.475 niños de las 7.635 llamadas que hizo entre octubre y diciembre de 2017, cerca de un 19%.
Los niños indocumentados en cuestión llegaron en su mayoría a Estados Unidos por sí mismos. Fueron puestos bajo custodia del HHS hasta que pudieran ser entregados a adultos, usualmente a miembros de sus familias o a sus padres. Luego tenían la oportunidad de buscar el derecho legal para permanecer en Estados Unidos, si es que lo tenían.
“Como se le comunicó a los miembros del Congreso en varias oportunidades, esos niños no están ‘perdidos’”, dijo la portavoz del HHS, Caitlin Oakley. “Sus patrocinadores —que usualmente son sus padres o miembros de su familia y que en todos los casos se les ha investigado sus antecedentes criminales y la habilidad de responder por ellos— simplemente no responden o no pudieron ser localizados cuando esta llamada voluntaria fue hecha”.
Los legisladores están presentando una legislación que podría poner más responsabilidad al gobierno para monitorear a los niños una vez dejan de estar bajo su custodia. El senador Ron Portman, republicano de Ohio, que es el presidente del subcomité, se involucró especialmente en este tema en 2015 luego de que ocho niños indocumentados hubieran sido entregados a traficantes de personas en Ohio.
“Esta legislación asegurará que mantengamos el rastro de los menores que no están acompañados en nuestro país, lo que ayudará a protegerlos de la trata y el abuso, y ayudará a garantizar que se presenten para sus procedimientos judiciales de inmigración”, dijo Portman en un comunicado.
La ley le dará la autoridad al HSS sobre los niños incluso aunque hayan sido liberados de su custodia, y obligará a hacer control de antecedentes a todos los adultos que estén en casa. También le permite al HHS vuelva a poner a un niño en custodia si un custodio que no es el padre no cumple con su parte del acuerdo.