La nave espacial Orion de la NASA está diseñada para que los astronautas viajen a los asteroides y Marte.

(CNN) – Un nuevo estudio financiado por la NASA revela que la exposición a la radiación espacial en viajes largos, como un viaje a Marte, podría dañar permanentemente los intestinos de los astronautas y provocar cáncer de estómago y colon.

El estudio, publicado por investigadores sobre cáncer del Centro Médico de la Universidad de Georgetown, utilizó ratones para probar la exposición a la radiación de iones pesados, que imita la radiación cósmica galáctica que se encuentra en el espacio profundo.

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Si eso suena complicado, esencialmente los investigadores compararon la radiación “espacial” con la radiación de rayos X y descubrieron que sus efectos son mucho más peligrosos.

Después de largas exposiciones a una baja dosis de radiación galáctica, los ratones sufrieron daños permanentes en sus tractos gastrointestinales y ya no pudieron absorber los nutrientes de los alimentos. Los ratones también desarrollaron crecimientos cancerosos en sus intestinos, lo que lleva a pensar que los astronautas que se aventuran en el espacio podrían enfrentarse a los mismos problemas de salud.

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“Mientras que los viajes cortos, como los viajes a la Luna, no los exponen a este nivel de daño, lo que realmente preocupa son las lesiones permanentes de un viaje largo”, dijo Kamal Datta, jefe del Centro Especializado de Investigación de la NASA de Georgetown, en comunicado de prensa.

Datta agregó que una misión a Marte sería mucho más larga que un viaje a la Luna, que normalmente dura unos tres días. Marte está a unos 139,7 millones de millas (225 millones de kilómetros) de distancia, según la NASA. Viajar desde la Tierra podría llevar nueve meses.

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Los investigadores dicen que una de las grandes preocupaciones es que aún no se han desarrollado medicamentos para contrarrestar el daño orgánico permanente causado por la radiación. Y prevenir la exposición a la radiación también es difícil. Piensa en esas mantas que utilizan los médicos para proteger a los pacientes de los rayos X; no existe una tecnología equivalente para proteger a los astronautas en el espacio.

El centro de investigación de la NASA en Georgetown había descubierto previamente que los viajes al espacio profundo podían dañar el tejido cerebral de los astronautas y acelerar los procesos de envejecimiento.

“Hemos documentado los efectos de la radiación en el espacio profundo en algunos órganos vitales, pero creemos que en muchos (otros) órganos pueden producirse respuestas similares al daño”, declaró Datta. “Es importante entender estos efectos con anticipación para que podamos hacer todo lo posible para proteger a nuestros futuros viajeros espaciales”.