Nota del editor: Peter Bergen es analista nacional de seguridad de CNN, vicepresidente de New America, profesor de práctica en la Universidad Estatal de Arizona y autor de “Manhunt: The Ten-Year Search for bin Laden from 9/11 to Abbottabad”.
(CNN) – En un altercado televisado inolvidable desde la Oficina Oval el martes, el presidente Trump se reunió con los líderes demócratas del Congreso Nancy Pelosi y Chuck Schumer con el fin de tratar la dotación de fondos para el muro fronterizo y la posibilidad de un cierre de la administración pública.
Durante el encuentro, el presidente Trump afirmó que “10 terroristas” fueron detenidos en la frontera sur en “poco tiempo”.
La consulta que le envié al Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. sobre los casos de los 10 terroristas detenidos a los que hizo referencia el presidente Trump no obtuvo respuesta.
El número citado por Trump parece ser una confusa versión de una aseveración de la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, quien dijo que “en promedio, mi departamento ahora bloquea a 10 terroristas conocidos o sospechosos de terrorismo por día que viajan o intentan ingresar a Estados Unidos”.
La principal lista de vigilancia de identidades de terroristas, conocida como TIDE por sus siglas en inglés, incluye 1,6 millones de personas que se sospechan están ligadas al terrorismo.
Pero, evidentemente, hay una gran diferencia entre ser simplemente un sospechoso de tener algún tipo de conexión con el terrorismo y ser realmente un terrorista.
En los 450 casos de terrorismo yihadista en Estados Unidos desde el 11S, rastreados por el instituto de investigación New America, ninguno tuvo que ver con un terrorista que haya ingresado a Estados Unidos por la frontera sur. De hecho, si un verdadero terrorista yihadista hubiese sido detenido en la frontera sur, ¿no habría sido encarcelarlo en lugar de ser puesto en libertad para que luche un día más? Y no hay pruebas de que terroristas como esos que cruzan la frontera sur hayan sido acusados o sentenciados por algún delito.
Los terroristas que se han infiltrado en Estados Unidos lo hicieron abrumadoramente tomando vuelos con destino al país. Así fue, por ejemplo, como ingresó al país Faisal Shahzad, después de ser entrenado por los talibán en Pakistán. Shahzad intentó sin éxito detonar un explosivo en un vehículo utilitario deportivo en Times Square el 1º de mayo de 2010.
Sea como sea, los principales casos de terrorismo yihadista en Estados Unidos, el 84%, fueron perpetrados por ciudadanos estadounidenses o por residentes permanentes que no necesitaron infiltrarse por la frontera sur, ni por ninguna otra frontera.
De hecho, cada acto letal de terrorismo yihadista en Estados Unidos desde el 11S fue llevado a cabo por un ciudadano estadounidense o un residente local.
Si se supone que el muro fronterizo alivie el tema del terrorismo, es muy simple: no lo hará.