(CNN Business) – El índice Dow Jones acaba de sufrir su caída semanal más profunda desde 2008 y el Nasdaq está oficialmente en un mercado bajista.
El mal desempeño refleja los temores cada vez más profundos en Wall Street de una desaceleración económica y de una Reserva Federal excesivamente agresiva.
El Dow cerró en 414 puntos, o 1,8%, menos el viernes. El Nasdaq se desplomó un 3%, cerrando en su primer mercado bajista desde la Gran Recesión. Y el S&P 500 cerró con un 2,1%.
Las acciones tecnológicas cayeron el viernes debido a un sentimiento negativo continuo sobre la relación comercial, la regulación entre Estados Unidos y China y una adversidad general al riesgo. Facebook cayó 6%, Apple disminuyó 4%, Twitter perdió 7% y Netflix cayó 5%.
En la semana, el Dow perdió 1.655 puntos, o 6,9%. Ese es el porcentaje de pérdida semanal más abrupto desde octubre de 2008. El Nasdaq se desplomó 8,4% en la semana, su peor desde noviembre de 2008. Y la pérdida semanal de 7,1% del S&P 500 fue la peor desde agosto de 2011.
Los tres índices principales han bajado más del 12% en diciembre. Las acciones están al ritmo del peor diciembre desde la Gran Depresión.
El petróleo, el Russell 2000, el índice de transportes Dow y los mercados de valores en China, Italia, Alemania, Japón y Corea del Sur también están en mercados bajistas.
Los inversores están preocupados por la perspectiva de una desaceleración económica mundial. El caos político de brexit, el inminente cierre del gobierno de EE.UU. y la renuncia del secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis, también están avivando el temor. Y la Reserva Federal se sumó a esas preocupaciones esta semana al señalar que su plan de aumento de tasas continuará en 2019 a pesar de la baja en su pronóstico de crecimiento económico.
“Vemos una desaceleración del crecimiento económico y de las ganancias y un montón de preocupaciones”, dijo Keith Lerner, estratega jefe de mercado de SunTrust, en una nota a los inversores el viernes.
Pero los inversionistas tienen alguna razón para ser optimistas. El S&P 500 cotiza a solo 14,5 veces de las ganancias esperadas del próximo año. Eso es mucho más bajo que el promedio histórico de 16 veces las ganancias, lo que sugiere que la venta masiva ha sido exagerada. Las acciones están baratas, presentando oportunidades de compra para inversores inteligentes dispuestos a asumir un poco de riesgo.