(CNN Español) – Si la decisión de un tribunal de distrito, que falló que la Ley de protección al paciente y cuidado de salud asequible (ACA) -conocida también como Obamacare- es inconstitucional, se mantuviera, estaría en juego la supervivencia de muchas cosas, no solo las disposiciones más prominentes de la ley.
De hecho, cancelar la ley en su totalidad, como ordenó el juez Reed O’Connor, en Fort Worth, Texas, en su decisión de 55 páginas, podría hacer que todo el sistema de atención médica se convirtiera en un caos.
“Borrar una ley que está tan entretejida en el sistema de atención médica va a hacer explotar cada parte del sistema”, dijo Sara Rosenbaum, profesora de Derecho de Salud en la Escuela de Salud Pública de la Universidad George Washington. “Ha cambiado completamente la forma en la que recibimos atención médica”.
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Esta decisión está muy lejos de implementarse. O’Connor aún debe pronunciarse sobre varios otros aspectos de la demanda interpuesta por 18 fiscales generales republicanos y dos gobernadores de ese partido. Y un grupo de procuradores generales estatales demócratas ha prometido apelar la decisión de O’Connor, acción que podría trasladar el caso hacia la Corte Suprema de Estados Unidos. El tribunal superior ha rechazado dos esfuerzos anteriores, en 2012 y 2015, por declarar a la ley inconstitucional.
Mientras tanto, las siguientes son cinco formas en las que eliminar el llamado Obamacare podría afectar la atención médica de la mayoría de las personas:
1. Millones podrían directamente perder cobertura
Más de 20 millones de personas, que antes no tenían seguro, obtuvieron cobertura entre 2010 y 2017. En parte se debió a que la economía mejoró, pero muchos también pudieron comprar su propia cobertura gracias a los subsidios federales que la ley otorga para solventar parte del costo del seguro. Otras disposiciones de la ACA desempeñaron un papel importante, incluida la prohibición de restringir el acceso a la atención de personas con condiciones preexistentes, la expansión del programa de Medicaid a más adultos de bajos ingresos, y permitir que los hijos permanezcan en los planes de salud de sus padres hasta los 26 años.
Si se revirtiera la ley, se detendrían los fondos federales para Medicaid y los subsidios para pagar las primas, y las aseguradoras podrían nuevamente rechazar a personas con problemas de salud, o cobrarles más.
2. Se podrían bloquear cambios fundamentales en el sistema de atención médica
El impacto de eliminar el Obamacare podría sentirse mucho más allá de aquellas personas que son los beneficiarios directos de la ley.
Gail Wilensky, quien dirigió los programas de Medicare y Medicaid en la presidencia de George Bush, dijo que ese cambio “sería muy perjudicial porque gran parte de la ACA ha impactado en la forma en que se organiza y brinda la atención médica, y la forma en que se proporciona el seguro”.
Por ejemplo, Rosenbaum dijo que el aumento en la cobertura significó que “de repente se hizo posible que los sistemas de atención médica atendieran, en general, a una población asegurada”.
Anteriormente, muchos hospitales, médicos y otros proveedores de salud dedicaban un tiempo y esfuerzos considerables tratando de ver cómo atender a las personas sin seguro, sin ir a la quiebra.
Después de que la ACA entrara en acción, estos proveedores comenzaron a preocuparse menos por si les pagarían, y el Gobierno federal comenzó a presionarlos para que generaran nuevos esfuerzos destinados a mejorar la calidad de la atención.
Estos incluyen medidas que basan algunos pagos federales en los resultados con los pacientes en lugar de cada procedimiento individual, y en estrategias para mejorar la salud en toda la población a través de iniciativas como ampliar la disponibilidad de alimentos saludables, las rutas para bicicletas y la atención preventiva.
Si millones de personas perdieran el seguro, esos proveedores de salud “tendrían que volver a preguntarse cómo pagar sus cuentas”.
3. Se alteraría Medicare y Medicaid dramáticamente
El popular programa de Medicare, que cubre a un estimado de 60 millones de adultos mayores y personas con discapacidades, fue un enfoque importante de la ACA.
Anular la ley eliminaría algunos de los beneficios populares que esta otorga, desde la atención preventiva gratuita hasta el cierre del “período sin cobertura” para medicamentos recetados de Medicare. Este período se refiere a una brecha en la cobertura que previamente exponía a un gran número de beneficiarios a tener que pagar miles de dólares en costos de medicamentos.
El Obamacare también cambió la forma en que Medicare les paga a los hospitales y a servicios de atención ambulatoria y en el hogar. Millones de beneficiarios pertenecen a organizaciones de atención responsable que se crearon bajo la ley de salud, y no está claro cómo se vería afectada su atención.
El mayor cambio en el programa de Medicaid sería frenar la expansión de la cobertura. La ACA requirió que los estados calcularan la elegibilidad de Medicaid de manera diferente, cambiando el nivel de ingreso, por lo que todo el trabajo que hicieron los estados para alterar sus sistemas de información tendrían que recalcularse.
4. Habría una amplia gama de programas de salud en riesgo
Cuando se describe a la ley, generalmente se enfoca solo en las disposiciones que protegen al consumidor y en la expansión de Medicaid. Pero la ACA incluyó cambios radicales en otras partes del sistema de salud que rara vez se mencionan.
Por ejemplo, creó la primera vía para la aprobación por parte de la Administración de medicamentos y alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de copias genéricas de medicamentos biológicos costosos, incorporando la Ley de Innovación y Competencia de Precios Biológicos de 2009. Los medicamentos biológicos son más difíciles de reproducir que otros tipos de medicamentos.
Y la ley incluyó una serie de programas de becas para ayudar a capacitar a más profesionales de salud que serían necesarios para tratar a los millones de estadounidenses recién asegurados.
Todos esos programas se pondrían en riesgo al invalidar la ley.
5. Incluso la agenda de salud de la administración Trump podría estar comprometida
El presidente Donald Trump ha criticado la ley de salud, pero su Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) tiene una lista de prioridades que se basa de manera significativa en la existencia continua de la ACA.
Por ejemplo, los esfuerzos para abordar la epidemia de opioides, uno de los principales desafíos de salud de la administración, podrían verse seriamente retrasados si la expansión de Medicaid terminara. Medicaid es el mayor pagador único para problemas de salud mental y abuso de drogas.
Gran parte de los esfuerzos del presidente para limitar los precios de los medicamentos fluyen a través del Centro para la Innovación de Medicare y Medicaid (CMMI), que fue creado por el Obamacare y perdería su autoridad legal si la ley dejara de ser válida.