Melbourne (CNN) – Ya no habrá otro regreso de ensueño para Andy Murray, desafortunadamente.
Ante la posibilidad de una lesión en la cadera, el tres veces ganador del Grand Slam anunció el viernes en la víspera del Abierto de Australia que se retirará en julio en Wimbledon, si es que logra llegar tan lejos.
De hecho, el escocés de 31 años admitió que el primer gran torneo del año podría ser su último evento, dado el estado de su cadera derecha quirúrgicamente reparada.
Murray abandonó su conferencia de prensa entre lágrimas, un día después de que el diario Telegraph reportara que el tenista lució como una sombra de lo que llegó a ser cuando su amigo de la infancia y el actual número 1 del mundo, Novak Djokovic, lo venciera en una sesión de práctica en el Melbourne Park.
“Puedo jugar con limitaciones, pero tener las limitaciones y el dolor no me permite disfrutar de competir o entrenar”, dijo Murray, quien cayó hasta la posición 230 en el ranking. “Wimbledon es donde me gustaría dejar de jugar, pero no estoy seguro de poder hacerlo.
“No me siento bien. He luchado durante mucho tiempo. No estoy seguro de poder aguantar el dolor durante otros cuatro o cinco meses.
“Hice casi todo lo posible para mejorar mi cadera y no me ha ayudado mucho. Creo que existe la posibilidad de que el Abierto de Australia sea mi último torneo”.
Murray merece despedirse en Wimbledon, probablemente el sitio de sus mayores triunfos.
En 2013, fue el primer británico – desde que Fred Perry lo hiciera 77 años antes – en ganar el legendario título sobre hierba – derrotando a Djokovic en la final – antes de conseguir un segundo título en 2016.