(CNN) – Los vecinos que acogieron a Jayme Closs cuando otra mujer la encontró en la calle dijeron a CNN que se armaron, mientras esperaban a la policía, para estar preparados por si el secuestrador la había seguido.
“Consigue un arma”, recordó Kristin Kasinskas a su vecina, Jeanne Nutter, después de que Kasinskas los acompañara a su casa en la zona rural de Gordon, Wisconsin, a cerca de 112 kilómetros al norte de donde fue vista por última vez.
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Jayme, de 13 años, había desaparecido después de que sus padres fueron encontrados muertos hace más de dos meses, dijo el vecino a Kasinskas. Y su presunto secuestrador aún estaba allí, probablemente buscándola.
Kasinskas le dijo a CNN que ella y su esposo sacaron un arma que tenían dentro de la casa y llevaron a la sala de estar a la adolescente delgada, con el pelo descuidado y zapatos de gran tamaño.
Kasinskas y Nutter llamaron al 911, pasando al teléfono de un lado a otro, mientras el marido de Kasinskas se paraba en la puerta con el arma, por si el supuesto secuestrador de Jayme llegaba antes de que llegara la policía. “Estábamos armados y listos”, dijo Kasinskas en una entrevista el domingo.
“Mi vecino y yo… creímos legítimamente que alguien venía por ella”, dijo Kasinskas. “Ni siquiera tuvimos tiempo de asustarnos, todo estaba sucediendo rápidamente”.
Luego, mientras la adolescente que todo el estado buscaba estaba sentada en su sala de estar, Kasinskas se dio cuenta de una sorpresa: conocía al hombre que Jayme identificó como su secuestrador.
El sospechoso, Jake Thomas Patterson, de 21 años, residente de Gordon, fue arrestado poco después de que se descubriera a Jayme el jueves pasado. Enfrenta dos cargos de homicidio intencional en primer grado por matar a los padres de Closs y un cargo de secuestro, dijo el viernes el sheriff del condado de Barron, Chris Fitzgerald.
CNN se ha comunicado con los abogados de Patterson y está esperando noticias.
“Pensé que él era mi estudiante”
Una misteriosa llamada telefónica del 15 de octubre llevó a las autoridades a descubrir que los padres de Jayme, James Closs, de 56, y Denise Closs, de 46, habían sido asesinados a tiros en su casa cerca del pueblo de Barron en el noroeste de Wisconsin. La llamada llegó del teléfono celular de Denise Closs. Nadie en la línea habló con el operador, pero el operador “escuchó muchos gritos”. Jayme desapareció ese día.
Alrededor de 2.000 voluntarios, un número equivalente a dos tercios de la población de Barron, buscaron a Jayme en algún punto. La ciudad nunca perdió la esperanza. Pero no había ni rastro de ella, hasta que Nutter, que estaba paseando a su perro, se encontró con la adolescente el jueves pasado.
Jayme estaba sola, sin un abrigo o guantes en medio del frío del Medio Oeste, dijo Nutter.
“Estoy perdida, y no sé dónde estoy y necesito ayuda”, dijo Jayme, según recuerda Nutter, antes de llevar a la niña a la casa de los Kasinskas.
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La adolescente dijo que estaba secuestrada por alguien en una casa cercana que “mató a mis padres y me llevó”, dijo Kasinskas a CNN la semana pasada.
“Cuando estaba con el 911, yo le estaba haciendo preguntas. Jayme no estaba hablando por sí misma. Le pregunté ‘¿quién te atrapó?’ y ‘¿dónde estabas detenida?’. Le pregunté sobre el vehículo, dijo “coche rojo, Jake Patterson”, dijo Kasinskas.
Kasinskas dijo que le había contado al que le contestó en el 911: “Jake Patterson, Jayme, esto es real”.
Cuando Jayme dijo el nombre, Kasinskas dijo que inmediatamente lo reconoció. Ella enseña ciencias a estudiantes de secundaria, y se acordó de un estudiante de secundaria llamado Jake Patterson.
“En mi mente, dije, ‘oh, esa no puede ser la misma persona’”, dijo. Pero Jayme dijo que tenía 21 años, y Kasinskas también se dio cuenta de que las edades concordaban.
“Creo que él era mi alumno”, recuerda haber dicho.
No hay nada en particular que resaltara sobre Patterson en la escuela secundaria, dijo Kasinskas.
“Era muy callado, no era indisciplinado, que yo recuerde. Era un niño callado y muy inteligente”, dijo. “No era muy activo en la vida estudiantil. Le iba bien en clase, era un buen alumno. No diría que era el chico más popular, pero tenía amigos”.
“Estaba en el barrio”
Jayme les dijo que Patterson no volvería a casa hasta la medianoche, recordó Kasinskas. Pero aún les preocupaba que la persiguiera. Kasinskas dijo que ella y su esposo metieron a sus dos hijos en el sótano con los perros “y les dijo que miraran la televisión hasta que dijéramos que podían volver arriba”.
Las dos mujeres se paseaban alrededor de Jayme mientras esperaban a que llegara la policía. La policía se presentó 20 o 30 minutos después.
“El oficial nos dijo que nos alejáramos de las ventanas y bajáramos las escaleras”, dijo Kasinskas. “Un oficial envió a mi marido por la puerta trasera y le dijo que se quedara allí con la pistola por si venía por allí”.
Minutos después, la radio de la policía crepitó: Patterson había sido arrestado. No estaba muy lejos cuando la policía lo encontró, dijo Kasinskas.
“Estábamos aterrados cuando escuchamos eso”, dijo Kasinskas. “Nos dimos cuenta de que estaba en el vecindario volviendo por ella”.
Marlena Baldacci informó desde Chicago. Darran Simon escribió desde Atlanta. Faith Karimi, Ray Sanchez y Ralph Ellis de CNN contribuyeron a este informe.