(CNN) – El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, anunció este viernes que Estados Unidos suspende la participación en el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) a partir del 2 de febrero.
“Las violaciones de Rusia ponen a millones de europeos y estadounidenses en mayor riesgo”, dijo Pompeo. “Es nuestro deber responder adecuadamente”.
Pompeo, hablando desde la sala de reuniones del Departamento de Estado, dijo que Estados Unidos había brindado “suficiente tiempo” a Rusia para volver a cumplir.
La suspensión suscita inquietudes acerca de una nueva carrera de armamentos con Moscú y de poner a los aliados europeos al límite. La suspensión comienza un reloj de 180 días para completar el retiro a menos de que Rusia vuelva a cumplir con el acuerdo de 1987.
‘Todo más peligroso’
La salida de Washington del acuerdo hará que “todo sea más peligroso”, dijo a CNN el exsenador Sam Nunn, copresidente de la organización Nuclear Threat Initiative.
Nunn y otros analistas apuntan a la posibilidad de que EE.UU. se movilice para instalar sistemas de misiles en Europa para defenderse de Rusia, lo que implica la posibilidad de una confrontación directa o incluso accidentes trágicos. Es probable que Rusia use la retirada de Estados Unidos como una excusa para desplegar sistemas en otros lugares, dijeron analistas, posiblemente desencadenando una carrera armamentista de sistemas previamente prohibidos.
Europa está “preocupada por la retirada estadounidense, en particular porque le quita la presión a Rusia y probablemente le permita a este desarrollar y desplegar aún más este tipo de armas, que amenazan, fundamentalmente, a europeos y no a estadounidenses “, señaló Jeff Rathke, presidente del Instituto Estadounidense de Estudios Alemanes Contemporáneos de la Universidad Johns Hopkins.
La perspectiva de la disolución del Tratado INF fue uno de los factores en la decisión del 24 de enero de mantener su reloj simbólico del Juicio Final a dos minutos de la medianoche, tan cerca del punto simbólico de aniquilación como lo ha sido desde 1953, en lo más álgido de la Guerra Fría.
“Nos acercamos a una dirección en la que no hemos estado en 40 años: no hay límites o reglas de control de armamentos que ambos sigamos y eso es muy peligroso”, dijo Lynn Rusten, directora de control de armamentos y no proliferación del Consejo Nacional de Seguridad durante el gobierno de Obama y ahora vicepresidenta de Nuclear Threat Initiative.
Funcionarios y legisladores estadounidenses han expresado su preocupación de que el tratado le permita a China obtener una ventaja militar, dado que Beijing no está sujeto a los límites del Tratado INF sobre misiles de alcance intermedio que actualmente restringen a Estados Unidos.
“La historia de la carrera armamentista ha sido una en la que una de las partes trata de obtener ventaja sobre la otra y nunca funciona”, dijo Rusten. “Ni nosotros ni los aliados estamos más seguros como resultado. Un uso sería devastador. Y además es una gran cantidad por encima”.
Por el momento, tanto Washington como Moscú se han afianzado en sus posturas.
Thompson, quien ha estado dirigiendo las conversaciones con los rusos, dejó una carta a sus contrapartes cuando la última ronda de conversaciones terminó a principios de este mes.
Ella dijo a los periodistas que detallaba lo que deben hacer los rusos para volver al cumplimiento: desechar todo el sistema de misiles que están desarrollando.