(CNN en Español) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo una serie de afirmaciones en la noche del martes durante su discurso del estado de la Unión que fueron revisadas por el equipo de verificación de datos de CNN. Aquí, algunas de ellas:
“Hemos desatado una revolución en energética: Estados Unidos es ahora el productor número uno de petróleo y gas natural en el mundo”.
Esto es cierto, pero necesita contexto.
De acuerdo con la Administración de Información de Energía, EE.UU. se convirtió en el mayor productor de petróleo crudo del mundo en agosto de 2018, cuando superó a Rusia por primera vez desde 1999 en términos de la producción diaria total de crudo. A principios de año, EE.UU. superó la producción de petróleo crudo de Arabia Saudita por primera vez desde 1973. Ha sido el mayor productor de gas natural desde 2011.
El aumento en la producción de petróleo y gas en EE. UU. se debe en gran parte a los avances en la tecnología de fracking que permitieron a los perforadores acceder a las reservas almacenadas en formaciones de esquisto enterradas en el subsuelo. La producción disminuyó en 2015 y 2016 como resultado de la sobreproducción y el colapso de los precios del petróleo, pero se recuperó rápidamente una vez que la oferta se estabilizó y los precios aumentaron, justo cuando Trump estaba en funciones.
La administración Trump a menudo promociona sus medidas para relajar las reglas de la era de Obama sobre la producción de petróleo y gas, como la que restringe la quema de metano de los sitios de fracking. También ha abierto terrenos públicos para más perforaciones. Sin embargo, no está claro, dada la década de mayor producción de energía en EE.UU., el impacto que ha tenido cualquiera de esos movimientos.
“1 de cada 3 mujeres es agredida sexualmente en el largo viaje hacia el norte”.
El presidente Trump, durante su discurso del estado de la Unión esta noche, presentó su argumento en contra de la inmigración ilegal, afirmando que “1 de cada 3 mujeres es agredida sexualmente en el largo viaje hacia el norte”.
Verificación de los hechos: de hecho, se ha informado que el viaje a la frontera entre Estados Unidos y México es violento. Según datos de Médicos Sin Fronteras, el 68,3% de los migrantes y refugiados “que ingresaron a México informaron ser víctimas de violencia durante su tránsito hacia los Estados Unidos”, y casi un tercio de las mujeres dijeron que habían sido abusadas sexualmente.
Pero esto necesita una cierta perspectiva. Esta misma violencia es la razón por la cual las mujeres eligen viajar en caravanas, para lograr seguridad en números. Trump no ha ofrecido detalles sobre cómo sus políticas abordarían el flagelo de la violencia sexual que enfrentan los migrantes.
La administración ha argumentado en el pasado que al construir el muro, se impedirá a los migrantes hacer el viaje.
“Año tras año, innumerables estadounidenses son asesinados por extranjeros criminales ilegales”.
Trump ha citado repetidamente los delitos cometidos por inmigrantes indocumentados, tanto durante su campaña presidencial como durante su mandato en el cargo. Esta es la segunda vez que invita a familiares de víctimas al Estado de la Unión.
Verificación de datos: la Oficina de Justicia no incluye la ciudadanía en su desglose de las estadísticas nacionales de arrestos, así que no hay datos federales confiables para cuantificar el número de delitos cometidos por inmigrantes indocumentados.
MIRA: “Estamos con el pueblo venezolano en su noble búsqueda de libertad”: Trump en el estado de la Unión
Esto es lo que muestran las estadísticas sobre inmigración y crimen:
Un estudio realizado en 2018 por el Cato Institute, que revisó los datos de condenas penales del Departamento de Seguridad Pública de Texas, encontró que los inmigrantes, legales o ilegales, tienen menos probabilidades que los estadounidenses nativos de ser condenados por un delito. Según el FBI, en todo el país también hay una disminución general en el número de delitos violentos.
Otros estudios han encontrado que el asesinato, la violación, el robo y el asalto agravado no han aumentado junto con un aumento en la inmigración indocumentada desde 1990, que los inmigrantes indocumentados no contribuyen a un aumento en las sobredosis de drogas y las muertes por conductores intoxicados, y que los jóvenes inmigrantes indocumentados participan menos en crímenes que sus pares estadounidenses o inmigrantes legales.