(CNN) – A lo largo de Estados Unidos varios condados reportan casos de sarampión: al menos 206 en 11 estados, según el último conteo. En las redes sociales, las plataformas como Facebook y YouTube se enfrentan a la presión para acabar con las teorías de conspiración y la información errónea sobre las vacunas. Y en el Capitolio, los legisladores discuten lo que llaman “una creciente amenaza para la salud pública”.
Pero en un estado tras otro, los legisladores están presentando proyectos de ley que facilitan a las personas la opción de no vacunarse.
Según la Academia Estadounidense de Pediatría, al menos 20 estados han presentado proyectos de ley este año que
- amplían las razones por las que los padres pueden eximir a los niños de recibir vacunas incluso si no hay una necesidad médica
- exigen a los médicos que proporcionen más información sobre los riesgos de las vacunas.
“El volumen de actividad legislativa es mayor que en años anteriores”, dijo la organización. “Pero el hecho de que los proyectos adversos superen a los de apoyo se ajusta a las tendencias de años anteriores”.
¿Por qué sucede esto, especialmente cuando la ciencia es clara en que los brotes son más probables cuando la cobertura de vacunación cae por debajo del 95%? ¿Y más aún cuando los registros, según la Academia Estadounidense de Pediatría, muestran que ningún estado ha aprobado una legislación que amplíe las exenciones no médicas para vacunas desde 2003?
Los escépticos de las vacuna citan varias razones
La Organización Mundial de la Salud dice que la vacunación “es una de las formas más rentables de prevenir la enfermedad” y evita entre 2 y 3 millones de muertes al año.
Aun así, el mito de que las vacunas causan autismo y otras enfermedades ha persistido. Tales afirmaciones han asustado a los padres para que se nieguen a vacunarse, dicen los expertos en salud pública, a pesar de décadas de ciencia médica que muestran que las vacunas son seguras y un método de prevención de enfermedades ampliamente exitoso.
Los analistas también citan varias otras razones: la desconfianza al gobierno y a las compañías farmacéuticas, en algunos casos; derechos individuales y libertades religiosas, en otros.
Un estudio publicado el año pasado sobre el estado del movimiento contra las vacunas en Estados Unidos mostró que durante los nueve años anteriores, el número de personas que reclamaban exenciones de vacunas por “creencias filosóficas” había aumentado en 12 de los 18 estados que permitían tales exenciones.
Además, el porcentaje de niños que no recibieron ninguna vacuna a los 2 años aumentó del 0,9% para los niños nacidos en 2011 al 1,3% para los niños nacidos en 2015, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) en un estudio de 2018.
A nivel legislativo, el número de proyectos de ley introducidos que buscan debilitar los programas de inmunización también ha aumentado, en promedio. En 2015 se presentaron 13 proyectos de ley. Al año siguiente, subió a 15. El año siguiente, a 19.
“Piensan que están haciendo lo correcto”, dijo el doctor Sean O’Leary, un pediatra de Colorado que estudia enfermedades infecciosas y vacunas, refiriéndose a los padres que no vacunan a sus hijos. “El problema es que están basando sus creencias en la desinformación y la pseudociencia”.
La gente detrás de los proyectos de ley
La Academia Estadounidense de Pediatría enfatiza que los 20 proyectos de ley de este año son los que se han presentado, no que se han promulgado.
“Si bien esta defensa por parte de grupos escépticos de vacunas recibe mucha atención, rara vez es exitosa, lo que es una buena noticia para la salud y el bienestar infantil”, dijo la asociación a CNN.
Barbara Loe Fisher es cofundadora y presidenta del Centro Nacional de Información sobre Vacunas, una de las organizaciones líderes que abogan por las exenciones de vacunación.
El grupo rastrea los proyectos de ley relacionados con las vacunas. Y este año, hay más proyectos de ley que el centro puede apoyar que los que ha habido desde que comenzó a monitorear de cerca la legislación estatal en 2010, dijo Fisher.
“Hay muchos legisladores que están analizando detenidamente este tema”, dijo.
El Centro Nacional de Información sobre Vacunas dice que está financiado por personas como Joseph Mercola, defensor de la medicina alternativa y grupos contra la vacunación, como Focus for Health y la Fundación de la Familia Dwoskin.
El grupo, a su vez, ayuda a redactar una legislación estatal modelo y alienta a las personas a presionar a sus representantes estatales sobre el aumento de las exenciones. Su sitio proporciona a las personas puntos de conversación para ponerse en contacto con los legisladores.
El Centro Nacional de Información sobre Vacunas ha prestado su apoyo a los proyectos de ley en Iowa y Hawai que buscan agregar una exención de conciencia por creencia, según su sitio web.
También está instando a las personas en Arizona a apoyar los proyectos de ley en la Cámara de Representantes y el Senado del estado que facilitarían obtener exenciones de las vacunas y requerirían que los médicos proporcionen información sobre los riesgos potenciales de las vacunas.
El senador del estado de Arizona, Paul Boyer, le dijo a CNN que copatrocinó tres de los proyectos de ley luego de escuchar a los padres que dijeron que sus hijos habían sido afectados por las vacunas. Sintió que el estado “no estaba involucrado en un consentimiento totalmente informado”.
A nivel estatal, el movimiento contra la vacunación ha creado grupos para presionar por más leyes de exención, dijo Peter Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical de Baylor College of Medicine.
Entre ellos se encuentran los Texans for Vaccine Choice, que donaron 37.625 dólares a los candidatos en las elecciones intermedias de 2018, según el grupo de vigilancia Instituto Nacional del Dinero en la Política.
Los grupos de vacunación “son muy agresivos en los… estados que actualmente permiten exenciones no médicas”, dijo Hotez. “Son muy poderosos, y son muy efectivos”.
La mayoría de los proyectos de ley no lo hacen ley
Aunque muchos estados están considerando la legislación sobre vacunas este año, la mayoría de los proyectos de ley contra la vacunación generalmente mueren en la comisión legislativa, dice O’Leary, el pediatra de Colorado que observa la legislación sobre vacunas.
“Lo que sucede típicamente es que un activista contra la vacunación convence a un legislador para que presente un proyecto de ley basado en información errónea o ciencia defectuosa, y una vez que el proyecto llega a la comisión correspondiente, se dará cuenta de que el proyecto dañará la salud pública”, dijo.
Por ejemplo, algunos padres que desean aumentar la “inmunidad natural” de un niño al no vacunarlo pueden poner a sus hijos en riesgo porque la gravedad de una enfermedad es impredecible. Según los CDC, el sarampión puede provocar neumonía, inflamación cerebral e incluso la muerte.
Además, los efectos secundarios graves a las vacunas son extremadamente raros.
“Hay 100 veces más probabilidades de ser impactado por un rayo que de tener una reacción alérgica grave a la vacuna que protege contra el sarampión”, dijo el Dr. Sanjay Gupta, corresponsal médico en jefe de CNN.
Pero sigue habiendo propuestas de ley
Entonces, si los proyectos siguen fracasando, ¿por qué siguen apareciendo?
O’Leary cree que los activistas contra la vacunación se están volviendo más fuertes al aumentar su presencia en las redes sociales.
“Con las vacunas, las personas declararán cosas que son completamente falsas, y eso pueden propagarse con bastante rapidez, en particular las que se basan en el miedo”, dijo.
Fisher, del Centro Nacional de Información sobre Vacunas, dice que su organización continuará presionando para obtener leyes de exención de vacunación.
“No sé cuánto tiempo tomará reformar estas políticas y leyes de vacunas”, dijo. “Pero sé que las personas se están involucrando y quieren ser parte de la política de vacunas”.
Pero los defensores de la vacunación creen que al educar a más personas acerca de los beneficios para la salud de las vacunas, pueden convertir el argumento público hacia los hechos.
“Estamos hablando de ciencia”, dijo O’Leary. “Y no importa qué tanto creas en algo, eso no lo hace realidad”.
Ryan Prior de CNN contribuyó a este reporte.