(CNN) – La gente de las zonas afectadas por el ciclón de Mozambique se aferra desesperadamente a los tejados en áreas prácticamente sumergidas por el agua de las inundaciones, en espera de ayuda y rescate, dijo la organización benéfica Save the Children.
Los trabajadores humanitarios también están compitiendo contra el tiempo para evitar que miles de niños queden atrapados en Buzi, un distrito en la provincia central de Sofala, que podría quedar sumergido en las próximas 24 horas, según una encuesta aérea, dijo la organización internacional.
La encuesta mostró que más de 50 km de tierra en la ciudad de Buzi han quedado sumergidas después de que un río se desbordara tras el ciclón Idia que ha devastado tres países en el sur de África.
“Miles de niños vivían en áreas completamente inundadas por el agua. En muchos lugares, ni techos ni copas de los árboles son visibles sobre las inundaciones. En otras áreas, las personas se aferran a los techos esperando desesperadamente ser rescatados”, dijo Machiel Pouw, líder de la respuesta de Save the Children en Mozambique.
Los temores aumentan para más de 500.000 personas en la ciudad de Beira, en Mozambique, luego de que funcionarios de la agencia de ayuda advirtieran que el 90% del área había sido “destruida” por el ciclón Idai.
El ciclón impactó el país del sureste de África como una tormenta de categoría 2 de alto nivel con 175 kilómetros por hora (110 mph) a la medianoche del jueves, causando una devastación generalizada, antes de trasladarse al interior de Zimbabwe y Malawi.
Metales voladores han decapitado a las víctimas
Residentes en Beira dijeron a la AFP que muchas víctimas resultaron heridas por las hojas metálicas voladoras de los techos de algunas casas en el área.
“Láminas voladoras de metal decapitaron personas. La gente está muy mal aquí, algunas están en el hospital… no tenemos ninguna ayuda aquí… se está poniendo mal, estamos comiendo mal, estamos durmiendo mal y no tenemos casas”, dijo Rajino Paulino.
Layla George, otra víctima, dijo que estaba durmiendo el jueves por la noche cuando el techo de su casa fue arrastrado por los fuertes vientos causados por el ciclón.
“Estaba dentro de mi casa, estaba durmiendo y había organizado la cama para que mi hija durmiera… de repente, el techo se fue volando. Había cerrado la puerta y perdí las llaves. Empezamos a pedir ayuda, pero no hubo ayuda porque era medianoche y había mucho viento”, dijo George a AFP.
Dijeron que habían perdido sus casas y que no tenían dónde quedarse.
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