Pablo Escobar, el capo del Cartel de Medellín, murió en Medellín en diciembre de 1993.

(CNN Español) – El ministro de Educación de Brasil, Ricardo Vélez Rodríguez, puso al narcotraficante colombiano Pablo Escobar como ejemplo para alejar a los jóvenes de Brasil del narcotráfico.

El ministro dio estas polémicas declaraciones este miércoles en una audiencia en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados de Brasil en la que defendía el modelo de escuelas cívico-militares como una manera de luchar contra el tráfico de drogas en las escuelas del país.

“La gestión cívico militar aleja al traficante de drogas. El traficante de a pie. ¿Por qué? El traficante quiere una mano de obra barata. Era lo que hacía Pablo Escobar en Medellín. La misma cosa”, dijo el ministro Vélez Rodríguez, que es colombiano naturalizado brasileño.

El presidente de Brasil Jair Bolsonaro nombró al colombiano Ricardo Vélez Rodríguez, que es nacionalizado brasileño, como su ministro de Educación en enero de 2019.

El ministro de Educación puso como ejemplo la labor que hacía Escobar en las escuelas de Medellín, como la construcción de canchas de fútbol, para alejar a los jóvenes de la cocaína.

“Pablo Escobar tenía reservados campos de fútbol para los jóvenes, y una pequeña biblioteca. Con eso tienes a los jóvenes aquí y no consumen cocaína porque es un producto de exportación”, dijo el ministro de Educación de Brasil. “La idea de Pablo era no consumir cocaína en Colombia porque ese era producto de exportación”.

El ministro de Educación continuó en su defensa de las escuelas cívico militar diciendo que no se trata de cambiar a los profesores de escuelas o a sus directores, pues el modelo sigue igual, y que con este modelo no se busca tener armas dentro de las escuelas sino poner “agentes de seguridad encargados de la parte administrativa dentro de la escuela”.

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“Solo con ese hecho ya la violencia disminuye”, dijo Vélez Rodríguez. “Las ciudades donde se instauró escuelas cívico militar solo con la presencia de agentes de seguridad al frente de la administración, el traficante de a pie, y trae tranquilidad de vuelta a los alrededores.

Una de las críticas a estas declaraciones llegaron del diputado federal de Sao Paulo del Partido Socialismo y Libertad, PSOL, Ivan Valente, quien dijo que las declaraciones de Vélez Rodríguez es un “descalabro”.

“Para un gobierno que exalta milicianos y torturadores, no es de extrañar que el ministro Vélez Rodríguez haya usado de tal descalabro, al citar a Pablo Escobar”, tuiteó el diputado de izquierda. Además dijo que sus declaraciones fueron una “barbarie oficialista”.

La violencia de Pablo Escobar

Pablo Escobar, el narcotraficante colombiano que construyó un imperio multimillonario traficando cocaína, causó en su guerra frontal contra el Estado colombiano, la muerte de miles de personas, entre ellos de políticos, jueces, periodistas y traficantes rivales.

En Colombia Escobar es recordado aún hoy como el ‘Robin Hood’ colombiano por las obras que hizo en barrios pobres de Medellín, y el dinero que repartió entre sus partidarios de esa ciudad, pero sus sanguinarios crímenes siguen siendo recordados por las víctimas colombianas que lloran la muerte de sus seres queridos a manos del capo de la droga.

Escobar es acusado de ser responsable de 623 atentados terroristas, del homicidio de cientos de policías, por cuyo por asesinato ofrecía 2 millones de pesos (que actualmente representan unos 4.500 dólares), según la revista colombiana Semana.

Además, entre 1988 y 1993, a Escobar se le adjudican 15 grandes atentados terroristas en Colombia, y se responsabilizó por más de 200 bombas que dejaron al menos 5.500 personas muertas durante el auge del Cartel de Medellín.

La DEA y otras agencias de Estados Unidos y de Colombia lo estaban buscando y ofrecían una recompensa de hasta 3,4 millones de dólares por información que pudiera llevar a su arresto.

Según el alcalde de Medellín Federico Gutiérrez, Escobar y sus socios transformaron la cultura de esta ciudad en una mafiosa y falsos héroes, dijo el año pasado.

Escobar murió de un disparo de las fuerzas de seguridad en Medellin el 2 de diciembre de 1993.

Las escuelas militares

Aunque el ministro de Educación llegó a defender el modelo de escuelas cívico-militares en Brasil, Vélez Rodríguez señaló que este no es un invento del gobierno del presidente Jair Bolsonaro, sino que fue creado por el gobernador anterior del estado de Goiás, ubicado en el centro-oeste del país.

Vélez Rodríguez ha defendido la implementación del modelo cívico-militar “en las escuelas seleccionadas” como una de las “prioridades” de su gestión.

Actualmente en Brasil hay 120 escuelas militares en 17 estados, la mayor parte de ellas en el estado de Goiás, que tiene 50 de estos establecimientos, según cita la agencia estatal de noticias Agencia Brasil, citando cifras de la Policía Militar del Distrito Federal.

Según el Ministerio de Educación, la implementación de estas escuelas se justifica por las altas cifras de criminalidad.

“El ministerio de Educación buscará una alternativa para la formación cultural de las futuras generaciones, basada en el civismo, en la jerarquía, en el respeto mutuo, sin ningún tipo de ideología, haciéndolos de esta forma ciudadanos conocedores de la realidad y críticos de hechos reales”, dice una nota del ministerio citada por Agencia Brasil.

El debate público sobre este tipo de educación ha generado divisiones, pues aunque los padres de familia y tutores entrevistados por Agencia Brasil dicen que este modelo podría reducir la violencia en su entorno, algunos profesores y estudiantes creen que el modelo “es muy rígido y puede ser poco efectivo en el proceso pedagógico”, agrega ese medio de comunicación.

En su audiencia del miércoles ante el legislativo, Vélez Rodríguez señaló que las escuela municipales y estatales quieren adherirse a ese modelo, pueden hacerlo a voluntad pues “no es obligatorio, no es una oposición de Planalto”, sede del gobierno de Brasil.