Estambul (CNN) – El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se enfrenta a un importante revés político después de que su partido perdiera el control de la capital, Ankara, en una intensa batalla en las elecciones locales.
Los resultados preliminares también mostraron que la oposición estaba muy por delante del Partido de Justicia y Desarrollo (AKP) del presidente, en Estambul, la ciudad más grande del país.
Los resultados, si se confirman, serán un duro golpe para Erdogan, quien ha dominado la política turca desde que se convirtió en primer ministro en 2003.
En Ankara, el opositor Partido Republicano Popular (CHP) obtuvo más del 50 por ciento de los votos, mientras que el AKP de Erdogan obtuvo alrededor del 47 por ciento, dijo la agencia estatal de noticias Anadolu. Es la primera vez en 25 años que el partido islamista ha perdido el control sobre la capital.
En Estambul, el resultado estuvo demasiado cerca este lunes. Según Anadolu, el CHP recibió el 48,79% de los votos, apenas por delante del AKP que tenía el 48,51%. El Consejo Supremo de Elecciones de Turquía dijo que los resultados de 84 urnas aún no se han incluido en el recuento final, ya que hubo objeciones. Ambas partes reclamaron la victoria en Estambul, informó Anadolu.
Sin embargo, el lunes, el candidato a la alcaldía del AKP en Estambul, Binali Yildirim, dijo que si bien el candidato de la oposición Ekrem Imamoglu del CHP había recibido 25.000 votos más según los resultados preliminares, dijo que más de 300.000 votos eran “inválidos”.
“Este es un detalle importante. Puede haber errores e irregularidades, nuestro partido los detectó”, dijo, y agregó que aceptarán los resultados solo una vez que haya sido anunciado por el consejo oficial de elecciones.
El jefe provincial de Estambul, Bayram Senocak, también insistió en que el partido de Erdogan había ganado. Añadió que hasta hoy sus resultados siempre habían coincidido con los resultados oficiales.
“Hay irregularidades que pueden impactar fácilmente [el] resultado de la elección”, dijo Senocak, según Anadolu, y agregó que el AKP podría probarlo.
En todo el país, el partido AKP del presidente, en alianza con el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), obtuvo el 51,63% de la votación general, mientras que la alianza de la oposición obtuvo el 37,55%, según los resultados preliminares informados por Anadolu.
Aunque Erdogan no estaba postulado, fue el rostro de la campaña del AKP y realizó mítines en Turquía durante semanas. El líder turco describió los votos del domingo para alcaldes y cuerpos municipales como un asunto de “supervivencia” nacional. Según Anadolu, millones salieron a votar.
El resultado en Estambul tiene una resonancia particular: Erdogan lanzó su carrera política allí, siendo alcalde en la década de 1990. Desde entonces, el AKP de Erdogan y su predecesor han ganado constantemente en las elecciones.
El partido de Erdogan también perdió la tercera ciudad de Turquía, la ciudad costera históricamente secular de Esmirna. Allí, el CHP está liderando con más de la mitad de los votos, mientras que el AKP tiene al menos 20 puntos de rezago.
Las elecciones fueron vistas como un referéndum sobre Erdogan y su partido antes de los resultados. En un discurso el domingo por la noche, Erdogan dijo que se aprenderían las lecciones.
“La gente que haga promesas falsas, adelante. Veremos cómo gobernarán, continuaremos en el camino que Dios quiera, tomando lecciones de nuestros errores en esta elección”, dijo.
Desde su ascenso al poder en 2003, Erdogan transformó a la nación implementando políticas que fomentaban el crecimiento económico y desafiando las bases seculares de Turquía al incorporar el conservadurismo islámico a la vida pública.
Pero después de un golpe militar fallido en 2016, decenas de miles de personas, muchas de ellas críticas de su gobierno, fueron arrestadas y las instituciones públicas fueron destruidas. En 2017, ganó nuevos poderes en un referéndum ganado por poco, que fue ampliamente condenado como una toma de poder.
Preocupación por la democracia
Aunque Turquía sigue siendo una democracia, Erdogan ha adquirido un matiz cada vez más autocrático.
Los principales medios de comunicación privados son propiedad de empresas progubernamentales, mientras que los medios estatales han sido criticados por otorgar tiempo de uso desproporcionado al AKP y a Erdogan. Los mítines del presidente han dominado las ondas en las últimas semanas.
Antes de la elección, se especuló que la economía influiría en la forma en que votó el público. La caída de la lira turca, el aumento de la inflación y el aumento del desempleo, especialmente entre los jóvenes, ha aumentado el descontento.
Al abordar el creciente descontento, Erdogan dijo en su discurso de Ankara que el gobierno “hará reformas estructurales para construir una economía más fuerte contra los ataques”.