(CNN Español) – Venezuela vive actualmente el tercer gran apagón en este mes y el gobierno del asediado presidente Nicolás Maduro anunció un plan de racionamiento. A la falta de luz se suma el problema en el servicio de agua, que a su vez se apila sobre los graves problemas económicos, sociales y políticos que ya llevan años Venezuela, entre ellos, el desabastecimiento de comida. Para los venezolanos la vida diaria es cada vez más difícil.
¿Qué pasará ahora en Venezuela?
La falta de agua, lo más grave
El gobierno de Maduro anunció un racionamiento por 30 días a partir del 1 de abril y dijo que el plan “tendrá especial énfasis en no afectar la energía necesaria para garantizar el suministro del agua potable”. Como ya se vio en el apagón de marzo, ante la falta de agua los residentes de Caracas han acudido a todas las fuentes posibles para surtirse del líquido. Muchos van a los riachuelos del cerro El Ávila en busca de agua para sus necesidades básicas.
MIRA: Venezuela: El oficialismo cierra el cerco en torno a Juan Guaidó
En las calles, la gente que va a trabajar lleva consigo recipientes para recolectar agua en los lugares donde laboran, pues afirman que a sus casas no llega el servicio.
El gobierno de Venezuela reconoce la emergencia y según anunció este lunes Néstor Luis Reverol, ministro del Interior, se puso en marcha un Plan Especial de Abastecimiento de Agua.
“Hemos georeferenciado y puesto en marcha los pozos de agua profunda que hemos ubicado en la región capital para atender la emergencia y se establecieron responsabilidades en unión cívico-militar para la Gran Caracas”, tuiteó. Añadió que habrán tanques provisionales y cisternas públicas y privadas para que la gente pueda ir por agua.
Protestas
Este domingo se presentaron varias protestas en distintos puntos de Caracas por la falta de electricidad. Además, hubo presencia de agentes de la policía Nacional Bolivariana y colectivos armados, quienes intentaron dispersar a los manifestantes.
Las manifestaciones ocurrieron un día después de que el líder opositor Juan Guaidó diga que las personas deben manifestarse “cada vez que se vaya la luz en Venezuela”.
A medida que pasan los días sin que el servicio de luz o de agua haya sido plenamente restablecido, también se caldearán más los ánimos entre una población indignada.
La escasa comida podría echarse a perder
Comerciantes y clientes se han visto obligados también a tomar medidas para lograr conservar la comida sin refrigeradores o congeladores que funcionen. En marzo, CNN habló con varios comerciantes que dijeron que habían comprado hielo para mantener sus productos, pero que también habían tomado la decisión de bajarles el precio porque no se podían arriesgar a que se echara a perder.
En Venezuela se vive un desabastecimiento de alimentos y productos básicos y las personas deben hacer largas filas para conseguir apenas algunos implementos. Ahora, lo poco que pueden conseguir, está amenazado por la falta de electricidad. Con los racionamientos anunciados por el gobierno –de los cuales aún no se conoce información específica– los venezolanos deberán pensar en otras formas de conservar sus alimentos (y medicinas que así lo requieran), como hielo –que en marzo se vendió en dólares por la alta demanda– neveras portátiles y más.
MIRA: ¿Cómo entregará la Cruz Roja la ayuda humanitaria a Venezuela?
El racionamiento podría extenderse
En conversación con CNN en Español, algunos habitantes de Caracas dijeron que ya era tan inestable el servicio eléctrico que ya no esperaban los apagones, si no los alumbrones. Así explican que es ya tan común que haya cortes, que lo inusual es que venga la luz.
El problema estaría concentrado en a central hidroeléctrica Simón Bolívar de Venezuela, la principal central eléctrica de la nación ubicada en la represa Guri, que sirve a cerca del 70 por ciento del país. En los apagones de marzo, el gobierno dijo que la central sufrió, además de un “ataque” un incendio intencional.
Frente a la falta de información sobre el racionamiento, y la gravedad de los apagones en las últimas semanas, la pregunta que queda es si 30 días serán suficientes para reparar lo que parece una falla grave.
Las comunicaciones, afectadas
De acuerdo a la organización Netblocks, durante el apagón del viernes, más de 20 estados del país tenían una conectividad móvil limitada. Según este organismo, la conectividad de Venezuela como país tras este apagón fue de tan solo 10%.
Las personas que buscan conexión a internet para hablar con sus seres queridos, que en muchas ocasiones están por fuera del país, o que quieren informarse, se reúnen en lugares específicos de las ciudades donde se consigue conexión WiFi. Eso, si han logrado cargar las baterías de sus teléfonos móviles. Con el racionamiento hay preocupación de que Venezuela quede cada vez más aislada por los problemas de comunicación.
En general, la crisis humanitaria se profundizaría
Los cortes de electricidad afectan a los hospitales, ya golpeados por la escasez de medicinas y con precaria infraestructura, al transporte público y dificultan las jornadas laborales y escolares.
Según pudo ver CNN durante los apagones de marzo, en un hospital en el hospital Luis Gómez López en Barquisimeto, estado Lara, muchos pacientes deben ser atendidos a la luz de las linternas. En otro hospital que visitó CNN, aunque hay un generador, no es suficiente para todos los pacientes. Las enfermeras le contaron a CNN que cuando fallan las baterías de los respiradores ellas deben hacerlos funcionar manualmente.
Este lunes fueron suspendidas las clases y se anunció un recorte de la jornada laboral, que ahora terminaría a las 2:00 p.m.. El martes Maduro anunció que universidades y colegios reanudarían sus actividades el miércoles.