(CNN) – Dos destructores y un petrolero rusos atracaron en Filipinas para una “visita de buena voluntad” en medio de las crecientes tensiones en el disputado Mar de China Meridional.
Los destructores Almirante Tributs y Vinogradov, clasificados como “grandes barcos antisubmarinos”, atracaron en Manila el lunes temprano, junto con el Almirante Irkut, un “gran petrolero”, según la Agencia de Noticias de Filipinas.
Es la segunda vez que barcos rusos atracan en Filipinas este año. A principios de enero, tres barcos rusos atracaron en la capital de Filipinas para lo que se describió como una visita para “mejorar y sostener la promoción de la paz, la estabilidad y la cooperación marítima”.
La llegada más reciente se produce apenas unos meses antes de que los dos países firmen un acuerdo de cooperación naval, probablemente en julio, que supuestamente implicará más ejercicios de capacitación conjunta y visitas recíprocas a puertos.
Rusia y China también se han estado acercando en los últimos años, realizando ejercicios militares conjuntos y firmando acuerdos económicos, y ambas partes afirman que las relaciones se encuentran en su “mejor nivel en la historia”.
La visita rusa de este lunes se produce también en medio de los ejercicios conjuntos anuales de Balikatan entre Filipinas y EE. UU., que finalizan el 12 de abril.
Los simulacros de Balikatan cuentan con más de 7.500 soldados, aviones furtivos F-35B e incluyen entrenamiento con fuego real y operaciones anfibias, entre otros eventos.
Si bien la visita de barcos rusos no tiene esa misma escala, los crecientes vínculos de Moscú con Filipinas y su presencia en la región se producen en un momento de mayor tensión en el Mar de China Meridional.
El gobierno de Filipinas dijo que cientos de embarcaciones chinas, incluyendo algunas naves militares, habían sido observadas alrededor de la isla Thitu en la cadena Spratly, que es controlada por Manila pero reclamada por Beijing.
La flotilla china comenzó a aparecer alrededor de Thitu en diciembre y enero, aproximadamente cuando Manila empezó a construir en el área marítima en disputa.
En un discurso el jueves, el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, advirtió a Beijing que dejara la isla de Thitu sola, y amenazó con una acción militar en respuesta a cualquier agresión china.
“Seamos amigos, pero no toquemos la isla de Pagasa y el resto”, dijo Duterte, según CNN Filipinas, usando la palabra filipina Pagasa para Thitu. “Si realizan movimientos allí, la historia será diferente. Le diré a mis soldados: ‘Prepárense para una misión suicida’”.
China y Filipinas son solo dos de los muchos países que reclaman grandes porciones del Mar de China Meridional, junto con Vietnam, Malasia y Brunei. En un intento por reforzar su reclamo sobre el territorio, China ha construido y militarizado islas artificiales a través de la importante ruta marítima.
Las tensiones se enfriaron después de que Duterte buscara una relación económica más estrecha con Beijing. Manila también se dirigió a Moscú en busca de apoyo y Duterte cambió los lazos que antes mantenía su país con Washington.