(CNN) – Dos semanas antes de que la despidieran, Kirstjen Nielsen le dijo al presidente Donald Trump que “no”.
Nielsen, en ese momento el jefa del Departamento de Seguridad Nacional, se resistió a la orden de Trump de cerrar la frontera de Estados Unidos con México en El Paso, Texas, y le dijo a Trump que la medida sería “una idea mala e incluso peligrosa, y que el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, ha apoyado mucho al presidente”, informó el lunes a Jake Tapper, de CNN.
Eventualmente, Trump desechó la idea, aunque poco después lanzó la idea de cerrar toda la frontera de Estados Unidos y México en su cuenta de Twitter. Al final, renunció a esa idea también.
Nielsen se unió a una lista sorprendentemente larga de asesores de la Casa Blanca que le dijeron ‘NO’ al presidente Trump cuando este les pidió que hicieran algo que creían que era ilegal, políticamente peligroso, o ambos. No por casualidad, todas las personas que le dijeron no a Trump ya no trabajan para él.
Mi lista de ellos está abajo. ¿Dejé por alguien fuera? Envíeme un correo electrónico a cillizza@cnn.com.
Rex Tillerson, exsecretario de Estado — “Cuando el presidente decía: ‘Esto es lo que quiero hacer y cómo quiero hacerlo’. Y tuve que decirle: ‘Bueno, señor presidente, entiendo lo que quiere hacer, pero no puede hacerlo de esa manera. Viola la ley. Viola el tratado’”.
James Comey, exdirector del FBI — James Comey, exdirector del FBI: “‘Espero que pueda ver claramente el camino para dejar ir esto, dejar ir a [al ex asesor de Seguridad Nacional Michael] Flynn”, afirmó que le dijo Trump en una reunión privada en la Casa Blanca en 2017. “Es un buen tipo. Espero que pueda dejar pasar esto”. Comey contó que le dijo a Trump solo que Flynn “es un buen tipo”, pero no prometió terminar con la investigación del FBI.
Jim Mattis, exsecretario de Defensa — Trump quería que Mattis ejecutara la retirada de las tropas de Siria. Mattis se negó, y renunció. Más tarde, Trump acordó dejar 400 soldados estadounidenses en Siria.
John Kelly, exsecretario General de la Casa Blanca — Kelly se enfrentó repetidamente con Trump, y dijo en una entrevista con Los Angeles Times, al final de su gestión, que su tiempo en el trabajo debería medirse por las cosas que evitó que Trump hiciera. Y esto, publicado en The New York Times, es esclarecedor al respecto:
“En la entrevista de Los Angeles Times, Kelly reconoció que Trump a menudo presionaba contra los límites legales de su papel, como el exsecretario de estado, Rex W .Tillerson, dijo recientemente.
“El presidente preguntaría cosas como: ‘¿Por qué no podemos hacerlo de esta manera?’, dijo Kelly.
Don McGahn, exabogado de la Casa Blanca — En junio de 2017, Trump le ordenó a McGahn que despidiera al fiscal especial Robert Mueller. McGahn se negó y dijo que renunciaría si Trump lo aceptaba.
Gary Cohn, exjefe consejero económico — Cohn manifestó su oposición al plan de Trump de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio. Trump los implementó de todos modos. Cohn renunció.
HR McMaster, exasesor de Seguridad Nacional — El principio del fin para McMaster fue cuando dijo en la Conferencia de Seguridad de Munich en 2017, contra Trump, que la evidencia de que Rusia intentó interferir en las elecciones de 2016 era “incontrovertible”. Trump rechazó públicamente esa afirmación. Menos de un mes después, McMaster se había ido.
Jeff Sessions, exsecretario de Justicia — En repetidas ocasiones, Sessions rechazó el intento de Trump para que no se recusara en la investigación de Rusia que estaba a cargo del FBI. Trump nunca perdonó a Sessions por esa decisión, lo intimidó públicamente y lo socavó hasta que el presidente removió a Sessions del trabajo el día después de las elecciones de 2018.
Ty Cobb y John Dowd, abogados de la Casa Blanca — Dos de los miembros originales del equipo legal de Trump se centraron en el informe de Mueller. Ambos hombres insistieron en que el presidente no atacara personalmente al fiscal especial. Trump, obviamente, ignoró ese consejo, y finalmente se deshizo de ambos hombres.
El hilo común aquí —como probablemente habrás notado— es que ninguna de las personas que se enfrentaron a las demandas de Trump sigue trabajando en la Casa Blanca. Lo cual no es una coincidencia. Trump ha eliminado sistemáticamente la oposición incluso a sus peticiones y demandas más salvajes en los últimos 18 meses, lo que le otorga una lealtad incondicional a todos los demás rasgos cuando se trata de buscar un reemplazo para estos hombres y mujeres que le han dicho que no.
La fórmula para obtener, y conservar, su trabajo dentro de la administración de Trump ahora está clara: no le digas no al presidente.