(CNN) – El exdirector del FBI, James Comey, dijo este jueves que “parece que” el presidente Donald Trump tuvo una intención criminal de cometer obstrucción de la justicia durante la investigación del fiscal especial Robert Mueller.
En el foro de CNN en Washington, Anderson Cooper le preguntó a Comey si, basándose en la versión redactada del informe de Mueller sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016, creía que Trump tenía intención criminal de cometer una obstrucción.
“Parece que lo hizo, en relación con un par de episodios: la dirección a (el exabogado de la Casa Blanca) Don McGahn para que despidan al fiscal especial es un ejemplo llamativo” de intención criminal”, dijo Comey.
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“El presidente no está por encima de la ley, y no acepto la idea de que debido a que el presidente es el jefe del Poder Ejecutivo, nunca podrá obstruir la justicia en relación con las actividades del Poder Ejecutivo”, dijo Comey.
“Eso es una locura y una receta para el desorden”, dijo el exdirector del FBI.
La aparición de Comey en el foro de CNN marcó exactamente dos años desde que Trump lo despidió. Su despido finalmente condujo al vicesecretario de Justicia Rod Rosenstein a nombrar a Mueller para continuar la investigación de Rusia.
Mueller escribió en su informe que no podía eliminar a Trump de la obstrucción de la justicia. El informe detalla numerosos casos en los que el presidente pidió a sus ayudantes que tomaran medidas que hubieran obstruido la investigación, pero afirma que no tuvieron éxito porque los ayudantes rechazaron sus órdenes.
El fiscal especial no emitió una “sentencia procesal tradicional” sobre la cuestión de la obstrucción de la justicia, dijo el fiscal general William Barr en una conferencia de prensa antes de la publicación del informe. Barr dijo que él y Rosenstein determinaron que la evidencia “no era suficiente para establecer que el presidente cometió un delito de obstrucción de la justicia”.
Este miércoles, Trump invocó el privilegio ejecutivo general sobre el informe completo de Mueller, lo que provocó una confrontación constitucional inminente sobre el informe entre su administración y los demócratas del Congreso.