(CNN Español) – ¿Cuántos escritores tienen una novela en el cajón y llevan años esperando que se la publiquen?
Gerardo Cabrera es uno de ellos. Abogado, escritor de origen puertorriqueño pero criado en Massachusetts, tardó 10 años en redactar su primera novela, que resultó de más de 300 páginas. Titulada Homo Novus, la historia tiene como fondo los abusos sexuales de algunos sacerdotes de la Iglesia católica a sus feligreses, pero desde el punto de vista de sus protagonistas. La novela no busca enfrentar a víctima y victimario, sino que ahonda en la relación consensuada que se establece entre ellos a partir de un abuso sexual condenable.
Después de decenas de reescrituras y talleres especializados para mejorarla, Cabrera cree que está lista para publicar, pero advierte que no es fácil. Sobre todo ante el panorama incierto de una industria editorial que trata de encajar las nuevas tecnologías y el modo de consumir productos intelectuales.
Su afición por la literatura
Dice Cabrera que su introducción al mundo de los libros llegó “cuando mi madre consiguió una enciclopedia con cupones de un supermercado”.
También recuerda Cabrera, cuya infancia transcurrió en Springfield, Massachusetts, durante los años 60, que cada dos semanas llegaba la biblioteca móvil a su barrio y de allí tomaba préstamos… libros de aventuras, del perro Dominic de William Steig, el creador literario de Shrek, de una niña detective llamada Nancy Drew, los libros del Dr. Seuss, autor nacido en Springfield, y algunos libros sobre la Segunda Guerra Mundial.
Después, en un concurso de radio, logró ganarse la trilogía de El señor de los anillos y El Hobbit de Tolkien, que guarda todavía en su biblioteca.
Al egresar de la universidad, pudo leer la obra maestra de Gabriel García Márquez, Cien años de soledad. Cabrera también es un ávido lector de autores puertorriqueños, como Luis Negrón, autor de Mundo Cruel, Eduardo Lalo, así como del poeta Martín Espada, de Julia de Burgos, de Ed Vega y de Justin Torres, entre otros. Muchos de estos autores pertenecen a la llamada “diáspora”, el desplazamiento masivo de trabajadores puertorriqueños no calificados, sobre todo tras la Segunda Guerra Mundial, principalmente a estados del noreste de EE.UU.
Recuerda que uno de los libros que más le marcó fue La montaña mágica de Thoman Mann.
Sus personajes
Dice Cabrera que escribe sobre personajes que son homosexuales y puertorriqueños o de ascendencia boricua. Le interesan las historias íntimas, de gente joven que descubre su orientación sexual o de gente mayor que se enamora de adolescentes, de gente que no tiene trabajo, que está fuera del sistema y le cuesta adaptarse.
En su primera novela, Homo Novus, narra las relaciones entre un sacerdote y un adolescente. ” Y lo quería hacer porque comencé a leer en los periódicos muchas historias sobre el escándalo de los abusos sexuales en la Iglesia católica. Noté que había algo que faltaba, al menos para mí, y era el punto de vista de dos personajes en una relación, en otras palabras, de cómo el catolicismo o la cadena hacia el sacerdocio es usado por los hombres para aprovecharse de la gente joven, sean niños, niñas, adolescentes, o incluso otros adultos”.
“Homo Novus”
Son 302 páginas. Para Cabrera, un trabajo de 10 años que ha pasado por multitud de versiones, borradores y talleres especializados. Entre ellos, un taller de la Fundación de artes y humanidades Camargo en Cassis, cerca de la ciudad francesa de Marsella.
La historia comienza en 1987, cuando el padre Linus Fitzerald acaba de enterarse que tiene SIDA. En su propia cama, a su lado está Orlando Rosario, su amante puertorriqueño, el mismo al que sedujo cuando apenas tenía 14 años y que ahora se prepara para seguir sus pasos en el sacerdocio. En capítulos alternativos, Cabrera nos va contando los deseos, sueños, pecados y luchas en la fe de ambos personajes. La originalidad de la novela está en que no se parte de la premisa de una víctima, en este caso, el joven caribeño, sino que explora los complicados recovecos de las relaciones entre ambos hombres, desde el punto de vista psicológico, sexual, racial y por supuesto espiritual, ya que ambos dicen pertenecer al Ejército de Dios.
“Homo Novus”, o Hombre nuevo en su traducción del latín, invita al lector a dejar de lado los juicios morales y legales acerca de los votos de estos hombres consagrados a una religión, renunciando a algo tan humano como el sexo. Dice el autor que solo a partir de allí el lector podrá entender que supone pertenecer al mismo tiempo a Dios y a los hombres.
Método de trabajo
El método de trabajo de Cabrera viene inspirado por la realidad, parte de una idea que le llega, por medio de una noticia o un relato corto, algo que va apuntando “en cualquier sitio, en un pedazo de papel, en una ficha, o en mi diario”. Dice que normalmente siempre hay algo curioso, raro, en las cosas que retienen su atención, y eso puede provocar “algunos recuerdos de cosas que me han pasado a mí, quizás personalmente, y desde allí veo a donde me llevan”. Otro de los elementos que Cabrera considera importantes es el humor.
El largo camino a la publicación
Si después de 20 años Cabrera ha logrado finalizar su novela, su periplo no ha terminado. Hace falta publicarla, y no es fácil.
“Creo que es muy difícil que te publiquen algo, sea un relato, un poema o algo más extenso, como una novela. Ahora mismo, con la industria editorial sufriendo tantos cambios, creo que eso añade una dificultad adicional para los escritores”.