(CNN Español) – “Los problemas sociales no se resuelven con impuestos o medidas coercitivas”, señaló el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a través de una carta dirigida a su homólogo, Donald Trump, como respuesta a su anuncio de imponer, a partir del 10 de junio, un arancel del 5% a todos los bienes que ingresen a Estados Unidos desde México.
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Trump expresó, a través de su cuenta de Twitter, que “los aranceles aumentarán gradualmente hasta que se resuelva el problema de inmigración ilegal”.
Ante esto, el Gobierno de México propuso abrir el diálogo para encontrar alternativas de fondo al problema migratorio y que sea atendida la delegación de alto nivel, encabezada por el canciller Marcelo Ebrard, quien en Washington buscará “llegar a un acuerdo en beneficio de ambas naciones”.
Una decisión que ha sido respaldada por muchos en México, entre ellos el presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana, COPARMEX, Gustavo de Hoyos, quien calificó de irracional la imposición de tasas a las exportaciones de productos nacionales.
El anuncio llega cuando en México se lanzaban las campanas al vuelo y se daba inicio al proceso de ratificación en el Senado del tratado comercial entre Estados Unidos, México y Canadá y con el que se sustituirá el NAFTA.
Una aprobación que el propio mandatario de México daba casi por hecho al considerar que contaría con el apoyo suficiente para alcanzar la mayoría simple necesaria.
Sin embargo, para algunos expertos, la iniciativa del presidente Trump, es una especie de torpedo en la línea de flotación de este acuerdo comercial.
A través de su cuenta de Twitter, Arturo Sarukhan, embajador de México en Estados Unidos entre 2006 y 2013, expresó que con estas acciones lo que se buscaba era dinamitar las posibilidades de ratificación del tratado, para posteriormente negociar lo que el mandatario estadounidense ha venido impulsando de tiempo atrás: la firma de acuerdos bilaterales con Canadá y México.
Esta especie de balde de agua fría fue definido por Jesús Seade Kuri, subsecretario para América del Norte de México y uno de los negociadores del tratado, como algo desastroso.
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“Es algo desastroso, por supuesto que esa amenaza llevada a la acción sería gravísima, muy seria, extremadamente seria. Al mismo tiempo, no es secreto para nadie que el presidente Trump es muy activo en su uso del tuit y lanza muchos tuits que después cambia el tema, habla de otra cosa y ahí se queda. Algunos pasan a la acción, entonces nosotros queremos saber de qué está hablando aquí”, dijo.
Pero en caso de que se llegara a concretar la imposición de nuevos aranceles, dijo que México debería de responder en forma enérgica.
Las reacciones a los trinos del presidente Trump llegaron más allá. Minutos después de publicarse, el peso se depreció cerca de 32 centavos frente al dólar.
El jueves, además, marcó una nueva pauta en las respuestas del mandatario mexicano a su homólogo y vecino del norte.
En la carta de dos páginas, López Obrador aclaró que no le faltaba valor al proponer un diálogo. “No soy cobarde ni timorato, sino que actúo por principios”. Indicó que la política se inventó para evitar la confrontación y la guerra.
“No creo en la Ley del Talión, en el diente por diente, ni el ojo por ojo, porque si a esas vamos, todos nos quedaríamos chimuelos o tuertos”, dice la misiva.