(CNN) – Al sonar el pitido final, la arquera Vanina Correa cayó de rodillas mientras sus compañeras de equipo se abrazaban. Aunque no habían ganado, habían hecho historia.
El marcador sugeriría que el empate sin goles entre Japón y Argentina fue aburrido, pero eso no le hace justicia a lo que la selección sudamericana logró en una cálida tarde parisina en el estadio Parc de Princes.
Argentina había perdido sus seis juegos anteriores de la Copa Mundial por un marcador global de 33-2. De hecho, este equipo jugaba ante un Japón ubicado en el séptimo lugar del mundo, 30 lugares por encima de Argentina en el ranking de la FIFA.
Un espíritu infatigable, y las fallas de Japón en el ataque, permitieron que las sudamericanas salieran de un partido de la Copa Mundial Femenina con un punto por primera vez en su historia.
“Primero que nada, felicito a mis jugadoras”, dijo el entrenador Carlos Borrello. “El hecho de que comprendan el plan de juego, como entrenador, lo deja a uno muy satisfecho. Para todo el fútbol femenino en Argentina, creo que es genial que Argentina esté empezando a florecer.
“Hemos comenzado a recibir apoyo de la federación. Los resultados en estas situaciones a menudo ayudan mucho. Nos va a permitir continuar por este gran camino que estamos recorriendo”.
El equipo no jugó partidos en 2016 y la mayoría de los 2017 debido a la falta de fondos, pero regresó a la acción en la Copa América Femenina del año pasado. La clasificación para la Copa del Mundo - la primera de Argentina desde 2007 - llegó a través de una victoria de playoff contra Panamá.
Para Japón, en cambio, el resultado fue decepcionante, pues fue finalista en 2015 y campeón en 2011.
El otro juego en el Grupo D se llevó a cabo el domingo, e Inglaterra tomó el liderato del grupo después de derrotar a Escocia 2-1 en Niza.