Nota del editor: Carlos Alberto Montaner es escritor y analista político de CNN. Sus columnas se publican en decenas de diarios de España, Estados Unidos y América Latina. Montaner es, además, vicepresidente de la Internacional Liberal. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.
(CNN Español) – Hace pocas semanas la ONU declaró que más de 4 millones de personas han emigrado de Venezuela. Es el mayor éxodo de la historia de la región en un periodo muy breve.
En América Latina, la mayor parte ha buscado refugio en Colombia, Perú, Chile, Brasil Panamá, Ecuador y, en menor grado, en República Dominicana.
¿Cómo enfrentarse a este problema antes de que nos desborde?
A mi juicio, la mejor forma es crear en cada uno de esos países grupos de recepción venezolanos para que ayuden a los recién llegados.
Nadie conoce mejor las necesidades de los inmigrantes que los propios inmigrantes que han conseguido instalarse en el país de acogida.
Un inmigrante necesita comida. Necesita un techo. Necesita comunicarse con los familiares que dejó en Venezuela. Necesita un trabajo. Necesita acceso a cuidados médicos. Si es una familia con niños, necesita matricularlos en una escuela.
Necesita, en fin, una rutina que le permita estructurar su vida. Pero para todo ello necesita consejos, y es mucho mejor que se los dé otro venezolano.
Es bueno que se divulgue una verdad poco conocida: los inmigrantes son muy útiles para las sociedades de acogida. Suelen ser creadores netos de riqueza. Argentina, creció mientras absorbió una notable cantidad de italianos.
La propia Venezuela, en su etapa dorada, recibió cientos de miles de colombianos, portugueses, españoles y centroeuropeos.
Los dominicanos que han ido a Puerto Rico han ido a trabajar muy duro, como sucede con los haitianos que emigran a República Dominicana.
La emigración en masa de los venezolanos no debe verse como un problema, sino como una oportunidad de ayudarlos y de ayudarnos a nosotros mismos.
Pero dejemos que sean ellos, los venezolanos, los que tomen las riendas de la ayuda. Eso es lo conveniente.