(CNN) – Se sabe que los tiburones acechan y cazan presas antes de atacar. Pero todo lo que esta especie de tiburón recién descubierta tiene que hacer es brillar en la oscuridad, y la presa se acerca a ellos.
El tiburón americano de bolsillo de unos 14 centímetros es el primero de su tipo descubierto en el Golfo de México, según un nuevo estudio de la Universidad de Tulane. Es poco temible y muy maravilloso.
Los científicos se encontraron con un tiburón macho en 2010 mientras estudiaban a los cachalotes en el Golfo. No se volvió a observar hasta 2013, cuando el investigador de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), Mark Grace, lo encontró entre un grupo de especímenes menos luminosos.
Es apenas el segundo tiburón de bolsillo capturado o registrado, dijo Grace en un comunicado. El otro fue encontrado en 1979 en el Océano Pacífico oriental.
“Ambas son especies separadas, cada una de océanos separados”, dijo. “Ambos son extremadamente raros”.
Según la investigación, el tiburón secreta un fluido brillante desde una pequeña glándula ubicada cerca de sus aletas delanteras. Se cree que ayuda a atraer presas, que se sienten atraídas por el brillo mientras que el pequeño depredador, prácticamente invisible en las profundidades marinas, ataca sigilosamente.
La bioluminiscencia es común en el mar
Este organismo que brilla en la oscuridad no es el único. NOAA estima que alrededor del 90% de los animales que viven en aguas abiertas son bioluminiscentes, aunque la investigación sobre criaturas de aguas profundas es escasa.
El resplandor de un animal es provocado por una reacción química que emite energía lumínica, según el Museo Nacional Smithsonian de Historia Natural. Los organismos se encienden para atraer a un compañero, advertir a un depredador que se mantenga alejado o, en la mayoría de los casos, hacer de un organismo más pequeño su próximo alimento.
¿Recuerdas el pez con colmillos con la brillante antena que aterrorizó a Marlin y Dory en “Buscando a Nemo?” Se llama diablo marino negro, y es muy real y muy aterrador. Fiel a su nombre, atrae presas hacia sus mandíbulas colgando una espina bioluminiscente desde la parte superior de su cabeza, dice el Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey.
Estremecedor, sí.
De una manera más encantadora, hordas de plancton bioluminiscente ponen los océanos de color azul neón por las noches, una respuesta que sorprende a los depredadores listos para masticarlos. Los resultados son menos impresionantes durante el día: los dinoflagelados decoloran el agua en un fenómeno conocido como marea roja, según el Instituto Scripps de Oceanografía.