(CNN Español) – Los incendios en el Amazonas están ocurriendo a un ritmo récord en la parte brasileña de la región, mientras los expertos advierten que podría ser un golpe devastador a la lucha contra el cambio climático.
Y aunque la Amazonía se considera vital para desacelerar el calentamiento global y es el hogar de innumerables especies de fauna y flora, tiene una serie de amenazas entre las que se encuentran la expansión agrícola no sostenible, el desarrollo de infraestructura vial e industrias extractivas que “están destruyendo innecesariamente los bosques de la Amazonía”, dice Conservación Internacional.
Esas actividades humanas “ya han eliminado el 10% de la selva amazónica, un área cuyo tamaño es dos veces el tamaño de Texas”, agrega esa ONG.
Esta posición la comparte el Fondo Mundial para la Naturaleza que dice que las amenazas al Amazonas son resultado de “intereses y demandas asociadas con el desarrollo económico insostenible”.
“Una disputa por tierras y recursos ha abierto grandes áreas a la agricultura, ganadería y minería y se ha presentado una dramática escalada en la generación de energía hidroeléctrica”, dice el Fondo Mundial de la Naturaleza en su informe de 2016.
En agosto de 2019 los incendios forestales alertaron a la comunidad científica, pues la cantidad de incendios en la Amazonía brasileña era 80% mayor que el año anterior, lo que representa un desastre para el medio ambiente y la ecología locales y una situación “sin precedentes”, según expertos.
Organizaciones medioambientales dicen las políticas económicas del presidente de Brasil Jair Bolsonaro, que prometió explorar el potencial económico del Amazonas, ha alentado a los ganaderos, agricultores y madereros a explotar y quemar la selva como nunca antes con una sensación de impunidad.
Los incendios son “solo el síntoma más visible” de las políticas de Bolsonaro y “reflejan la irresponsabilidad del presidente”, dijo el Observatorio do Clima en un comunicado. Esa agencia ha sido perjudicada desde que Bolsonaro llegó al poder, con recortes presupuestarios por valor de 23 millones de dólares.
Los ambientalistas dicen que Bolsonaro ha relajado los controles ambientales en el país y alentar la deforestación.
Pero el presidente brasileño dice que la reciente ola de incendios en el Amazonas puede haber sido causada por organizaciones no gubernamentales para atraer críticas internacionales a su gobierno y que esas organizaciones “se sienten afectados por la falta de fondos”. Él los llama “incendios criminales”.
“El Amazonas es más grande que Europa. ¿Cómo combates incendios criminales en esta área? Porque son incendios criminales…”, dijo este jueves el presidente brasileño sobre los incendios en la Amazonía.
“Me piden que justifique lo que estoy diciendo. ¿Cómo? Si para eso hay que capturar en flagrancia a la persona que está provocando los incendios… las ONGs han perdido el dinero que venía de Noruega y Alemania para Brasil. Ahora están desempleados. ¿Qué hacen? Intentan tumbarme”, agregó.
Lo preocupante es que la Amazonía sigue enfrentando amenazas que de continuar, podrían afectar a la humanidad entera, alertó Conservación Internacional.
“La humanidad enfrenta la pérdida irrevocable de uno de los grandes puertos de la biodiversidad, el agua dulce y la resiliencia climática”, agregó la organización ambiental. “Los bosques por sí solos proporcionan el 30 por ciento de la solución al cambio climático”.