(CNN) – Una madre de Indiana acusada de inyectar materia fecal en la bolsa intravenosa de su hijo de 15 años fue sentenciada a siete años de prisión.
Tiffany Alberts cumplirá cinco años de libertad condicional después de su sentencia de prisión, dijo Michael Leffler, portavoz de la Fiscalía del condado de Marion.
Alberts fue declarada culpable de seis cargos de agresión agravada y un cargo de negligencia en un juicio en septiembre de 2019. Alberts fue declarada inocente de intento de asesinato, según muestran los registros judiciales en línea.
James Voyles, abogado de Alberts, declinó hacer comentarios.
La mujer de Wolcott, Indiana, fue arrestada y acusada en 2016 después de usar una jeringa para inyectar heces en la vía intravenosa de su hijo mientras estaba recibiendo tratamientos contra el cáncer en el Hospital Riley para Niños en Indianápolis. A sabiendas lo colocó “en una situación que puso en peligro la vida o la salud del dependiente”, según los documentos del Tribunal Superior del Condado de Marion.
Alberts dijo que sus acciones estaban destinadas a trasladar a su hijo de la unidad de cuidados intensivos a otra unidad de Riley, donde creía que “el tratamiento era mejor”, según los documentos.
Su hijo había estado recibiendo tratamiento para la leucemia desde principios de agosto de 2016 en el hospital, según una declaración jurada de la policía del condado de Marion. Fue dado de alta y regresó al hospital unos días después, a principios de septiembre de 2016, con fiebre, vómitos y diarrea, según el informe.
Los análisis de sangre del niño mostraron que los organismos que normalmente se encuentran en las heces causaron una infección bacteriana y sepsis, que una evaluación médica extensa no pudo explicar.
Sospechando que alguien podía estar contaminando las vías intravenosas del paciente, el personal del hospital comenzó a monitorear la habitación del adolescente con videovigilancia y vio a la madre inyectando una sustancia en su vía central.
Las autoridades dijeron que Alberts inicialmente les dijo a los investigadores que estaba inyectando agua para “enjuagarla pues la medicina que le dieron quemaba”. Más tarde admitió haber inyectado la materia fecal de su hijo, que guardaba en una bolsa de regalo en el lavabo del baño de su habitación, dijeron las autoridades.