(CNN) – Uno de los meteoritos más grandes que se sabe que llegaron al planeta impactó la Tierra hace casi 800.000 años, pero el lugar exacto donde se estrelló ha sido un misterio, hasta ahora.
El cráter puede estar debajo de la lava en un área de 910 kilómetros cúbicos del campo volcánico de la meseta de Bolaven en Laos, nación del sudeste asiático, según un artículo publicado en las actas de la revista National Academy of Sciences.
Un meteorito es un objeto del espacio que sobrevive a un viaje a través de la atmósfera y cae sobre la superficie de la Tierra. El meteorito que impactó con la Tierra hace más de 790.000 años tenía 2 kilómetros de ancho, y el impacto fue tan grande que los escombros se dispersaron a través de Asia, Australia y la Antártida.
Las primeras pistas que conducen al sitio del impacto provienen de pequeños objetos vítreos en forma de guijarros llamados tectitas. Los científicos creen que las tectitas se formaron a partir de material de la Tierra que se derritió tras el impacto del meteorito y fueron arrojados a la atmósfera, antes de caer al suelo.
“Su existencia significa que el meteorito que impactó era tan grande y su velocidad tan rápida que fue capaz de derretir las rocas que golpeó”, le dijo a CNN el profesor Kerry Sieh, investigador principal del Observatorio de la Tierra de Singapur y uno de los autores del artículo.
Se han encontrado tectitas de entre 750.000 y 35,5 millones de años en todo el planeta en áreas llamadas campos sembrados. Estos campos sembrados se encuentran en todos los continentes, excepto en la Antártida, según el Museo de Historia de la Tierra de la Escuela Jackson en la Universidad de Texas en Austin.
Los científicos han podido determinar en gran medida el cráter fuente de las tectitas, a excepción de uno: el campo de Australasia. Este se extiende todo el camino desde el sur de China al sur de Australia, y es el mayor campo de tectita conocido, que cubre aproximadamente el 10% de la superficie de la tierra.
“Ha habido muchos, muchos intentos de encontrar el sitio de impacto y muchas sugerencias, que van desde el norte de Camboya, el centro de Laos e incluso el sur de China, y desde el este de Tailandia hasta Vietnam”, dijo Sieh.
“Pero nuestro estudio es el primero en reunir tantas líneas de evidencia, que van desde la naturaleza química de las tectitas hasta sus características físicas, y desde mediciones de gravedad hasta mediciones de la edad de las lavas que podrían enterrar el cráter”.
Según los cálculos de los científicos, el cráter de impacto oculto que produjo el vasto campo australiano de tectitas esparcidas tiene unos 13 kilómetros de ancho y 17 kilómetros de largo.
Pero aún queda mucho trabajo que hacer para confirmar la teoría.
Luego, los científicos necesitarán “perforar unos cientos de metros para ver si las rocas debajo de las lavas son realmente las rocas que esperarías en un sitio de impacto, es decir, mucha evidencia de derretimiento y destrucción”, dijo Sieh.