(CNN) – Cuando Michael Bloomberg suba por primera vez este miércoles al escenario de un debate demócrata de cara a las elecciones de 2020, las acusaciones de comportamientos sexistas y misóginos se cernirán sobre el exalcalde de la ciudad de Nueva York.
Los señalamientos incluyen algunos que se remontan a la década de 1990 acerca de que antes del matrimonio de un colega, Bloomberg le habría dicho a un grupo de empleadas que “se pusieran en fila para darle sexo oral como regalo de bodas”. Otro sobre que supuestamente él hacía con frecuencia comentarios como “mira ese lindo trasero” a mujeres en la oficina, y también que al enterarse de que una empleada estaba esperando un bebé habría respondido: “¡Mátalo!”.
Bloomberg, a través de sus representantes, ha negado haber pronunciado el comentario de “¡Mátalo!” y algunos más que fueron presentados en al menos dos demandas, pero también ha reconocido que ha dicho cosas que no se alinean con sus valores.
La renovada crítica se produce cuando el aspirante demócrata de 78 años organiza una campaña poco convencional para llegar a la Casa Blanca, al renunciar a los cuatro primeros estados y apuntar a las votaciones de supermartes con muchos delegados y más en juego. El multimillonario ya ha invertido cientos de millones de dólares en la contienda, cubriendo al país con más de 400 millones de dólares en anuncios de televisión, radio y en plataformas digitales. Esos esfuerzos parecen estar funcionando por ahora: Bloomberg ha subido en las últimas encuestas nacionales, especialmente consumiendo el apoyo al exvicepresidente Joe Biden.
Pero a medida que la candidatura de Bloomberg gana terreno, su historial de décadas como titán de negocios y los tres períodos en que fue alcalde de Nueva York están cosechando un nuevo escrutinio, incluyendo su legado de fomentar la muy controvertida táctica de detención temporal de la policía de la ciudad conocida como “stop and frisk”. También sus supuestos comentarios ofensivos sobre las mujeres podrían generar momentos particularmente cargados bajo el foco del movimiento #MeToo.
Los líderes y aliados del Partido Demócrata enfrentan preguntas incómodas sobre la conducta anterior de Bloomberg, pero aún no hay declaraciones generalizadas de rechazo contra el exalcalde. Para complicar aún más las cosas está el hecho de que los demócratas han señalado sin reserva las numerosas acusaciones de acoso sexual y agresión contra Donald Trump. Trump ha negado esos señalamientos.
La campaña de Bloomberg ha respondido alas preguntas sobre su comportamiento anterior, en parte, destacando la historia que tiene de promover a mujeres a puestos de alto rango tanto como empresario y alcalde.
La presidenta de la campaña, Patricia Harris, dijo en una larga declaración: “En cualquier organización grande habrá quejas, pero Mike nunca ha tolerado ningún tipo de discriminación o acoso, y ha creado culturas que tienen que ver con la igualdad y la inclusión. Cualquiera que trabaje duro y se desempeñe bien será recompensado, independientemente de su sexo, raza, orientación sexual o cualquier otra cosa”.