(CNN) – Un distrito escolar de Nueva York canceló las clases y actividades hasta la próxima semana porque un miembro de la facultad contrajo coronavirus.
Las Escuelas Públicas de Seattle, cerca del epicentro de un brote en Washington, dice que un miembro del personal dio positivo por el virus esta semana, lo que provocó cierres por un mínimo de 14 días.
Y otro distrito cercano cerró por hasta dos semanas e hizo la transición al “aprendizaje en línea” porque un padre en el distrito también había contraído la enfermedad.
Pero a medida que otras escuelas cierran sus puertas deliberadamente para frenar la propagación del coronavirus, algunos padres se preguntan: si las escuelas cierran, ¿cómo se alimentará mi hijo?
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En todo Estados Unidos, millones de estudiantes dependen de almuerzos escolares, de los cuales más de 20 millones se distribuyen de forma gratuita cada día, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Si se cancelan las clases, descubrir cómo proporcionar esas comidas a los estudiantes es un desafío, con una red de reglas federales que rigen cuándo y dónde pueden los estudiantes recibir alimentos.
Si bien los reguladores han aliviado algunas de esas restricciones debido a la pandemia de coronavirus, el cierre de escuelas sigue siendo “una situación en evolución con muchas incógnitas y consideraciones complejas que varían de una comunidad a otra”, dijo Diane Pratt-Heavner, portavoz de la Asociación de Nutrición Escolar.
Las exenciones federales relajan las reglas para los cierres por coronavirus
Cuando las escuelas cierran inesperadamente durante una pandemia, por ejemplo, el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA por sus siglas en inglés) les permite proporcionar alimentos a los estudiantes mediante programas diseñados para comidas de verano, que a menudo se ofrecen en iglesias, parques y otros sitios de la comunidad.
Luego, el gobierno federal puede reembolsar a las escuelas las comidas que proporcionan, tal como lo harían durante el verano, según un memorando emitido por el USDA el año pasado.
El problema, según la Asociación de Nutrición Escolar, es que los sitios de distribución de comidas, incluidas las escuelas que no están funcionando, deben ubicarse en áreas donde al menos la mitad de los niños provienen de familias de bajos ingresos.
El uso de esos lugares es un “primer paso que brinda a las escuelas de muchas comunidades de bajos ingresos la opción de continuar algún tipo de servicio de comidas durante el cierre de las escuelas por coronavirus”, pero la realidad es que “los estudiantes necesitados viven en todas las comunidades”, dijo Pratt-Heavner, cuyo grupo representa a profesionales de nutrición escolar.
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Subrayando la compleja burocracia que gobierna los almuerzos escolares, las comidas distribuidas durante los cierres inesperados también suelen distribuirse en sitios de “alimentación conjunta” destinados a fomentar la vinculación comunitaria.
Pero las autoridades federales de salud han advertido que los estudiantes deben evitar comer en grupos grandes durante el brote de coronavirus, y el USDA emitió exenciones el pasado fin de semana para permitir comidas para llevar en los dos estados más afectados por la epidemia de coronavirus, California y Washington.
Almuerzos y comidas para llevar
En Washington, un estado que ha visto más de 200 casos de coronavirus, el Distrito Escolar de Northshore da clases en línea porque un padre dio positivo por el coronavirus.
El distrito, que informó que no tendría clases con contacto directo entre personas por hasta dos semanas, está ofreciendo comidas para recoger en 22 sitios escolares. Cinco sitios de producción están preparando comidas para llevar, según Juliana Fisher, directora de servicios de alimentos y nutrición del distrito.
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Y aunque el cierre de las escuelas es siempre un último recurso, algunos de los distritos más grandes del país también están planeando cómo alimentar a los estudiantes si el coronavirus los obliga a cerrar.
No lejos del primer epicentro del brote en Estados Unidos, por ejemplo, las Escuelas Públicas de Seattle se prepararon “para proporcionar almuerzos preparados por el personal en nuestra cocina central”, según Tim Robinson, un portavoz del distrito.
El Departamento de Educación de Nueva York, que atiende a más de un millón de estudiantes, dijo que “si una escuela está cerrada por 24 horas, estamos preparados para servir desayuno y almuerzo para llevarlo a cualquier estudiante que lo desee”, según la portavoz Miranda Barbot.
Las Escuelas Públicas del Condado Miami-Dade, también uno de los sistemas escolares más grandes del país, indicaron que trabajarían con los funcionarios estatales y federales para “garantizar que los estudiantes de las escuelas afectadas reciban las comidas de las que dependen”, según el portavoz Jackie Calzadilla.
Y las Escuelas Públicas de Chicago, que actualmente tienen una escuela cerrada, “han establecido una línea directa especial y un correo electrónico para aquellas familias que necesitan apoyo con las comidas o tienen preguntas adicionales”, informó Emily Bolton, portavoz del distrito.
Muchas escuelas se están preparando para proporcionar comidas durante los posibles cierres por coronavirus. Pero lo que se verá en la práctica, especialmente si los cierres son generalizados y prolongados, aún está por verse.
En California, por ejemplo, un portavoz del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, Shannon Haber, dijo que las escuelas funcionan normalmente. Pero “estamos planeando para todo”, agregó. “Hasta las comidas para los estudiantes”.
Sin embargo, cuando se le preguntó cómo se distribuirían las comidas y qué podían esperar los padres, su respuesta fue breve: “No tengo más información en este momento”.