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La ONU dice que hay que comer más arañas, hormigas, gusanos, grillos y lombrices
Los grillos están entre los insectos que más se comen en el mundo y son vistos por muchos como una solución para el problema de malnutrición que aqueja a Laos. Los grillos y los saltamontes fritos se venden en varios mercados, como este de Vientiane. Según un anexo de opinión de los consumidores a un informe de la ONU, los grillos cultivados saben mejor que los grillos en estado salvaje.
Estas largas lombrices son consideradas un manjar en países del Sureste Asiático como Tailandia. Según un reciente informe de las Naciones Unidas, los insectos podrían ser la solución para algunos de los problemas de comida y salud que enfrenta el mundo. Son nutritivos, ecológicos y abundantes. Y muchos países ya los consideran parte fundamental de su dieta.
Las arañas fritas o asadas son un pasabocas muy común en Camboya. Se venden en decenas de mercados, como el mercado central de Phnom Penh (en la foto), y en varios restaurantes. Las arañas están llenas de hierro y zinc y son una importante fuente de ingresos para los agricultores pobres de Camboya, según un reporte de la ONU.
Para los turistas que visitan Camboya, las hormigas rojas son un poco más atractivas que las arañas. Mezcladas con carne y albahaca sagrada, las hormigas rojas suelen darle un sabor especial a los platos.
El año pasado se popularizaron los bufés de insectos, como este del restaurante Specktakel en Holanda, que decidió ofrecer samosas con lombrices de res y lombrices de búfalo. Según la ONU, los insectos tienen un alto valor nutricional y le ganan tanto a la carne como al pescado en la cantidad y calidad de proteínas que contienen, pero pueden ser tres veces más caros que el cerdo y cinco veces más caros que el pollo.
Aunque técnicamente los escorpiones no son insectos, hacen parte del informe sobre ese tema de la ONU. Son fundamentales en la cocina de la China y se encuentran en puestos callejeros. "Saben como cualquier comida frita, crujiente y grasosa, pero no con un sabor real", dice Soon Ho Lee, uno de los turistas en esta foto.
Masticar chapulines no es raro en Asia. En los mercados japoneses, chinos y tailandeses son muy populares, pues se cree que son una alternativa ecológica a la carne y que tienen más fibra. Dicen que el sabor de los chapulines fritos es parecido al del pollo frito.
Llamados 'beondegi' en coreano, los gusanos de seda hervidos se venden en pequeños vasos de papel en numerosos mercados de Corea del Sur. El país también usa el polvo de gusanos de seda en la medicina, para tratar la diabetes y los bajos niveles de glucosa en la sangre. Esta copa cuesta 2.000 won (unos 2 dólares) en el mercado Namdaeum de Seúl.
Cada agosto, el Festival Gastronómico de Taipei presenta platos inusuales como este, que tiene varias especies de gusanos.
SAM YEH
Esta oruga hace parte de la dieta básica de los indígenas en Australia. Llena rápidamente y puede ser comida cruda o a la parrilla.