Nota del editor: Beatrice Ask es la ministra de Justicia y Asuntos Internos de Suecia.
En 1999, Suecia se convirtió en el primer país en el mundo en penalizar la compra, mas no la venta, de servicios sexuales.
Suecia ha tenido una constante afluencia de visitantes que han llegado a estudiar el caso sueco y los resultados que hemos tenido. Hemos dado la bienvenida a parlamentarios, políticos, expertos, estudiantes y representantes de grupos de interés. Noruega e Islandia, por ejemplo, han implementado la penalización por compra de servicios sexuales. Estoy encantada que más países estén considerando seguir el ejemplo sueco.
El factor principal que mantiene a la prostitución y a la trata de personas es la demanda por estos servicios, es decir, que las personas pagan por sexo. Por ello, los esfuerzos para contrarrestar esta demanda son fundamentales.
La prohibición sueca de la compra de servicios sexuales ha estado sujeta a una evaluación recientemente. Según los hallazgos del evaluador del gobierno, la prostitución en Suecia no se ha incrementado desde la implementación de la prohibición y la prostitución en las calles se ha reducido en un 50%. Aunque el número de mujeres extranjeras involucradas en la prostitución parece haberse incrementado en los últimos años, el incremento no es tan grande como en países vecinos.
El evaluador también concluyó que la prostitución donde el primer contacto se hace vía internet es más común en nuestros países vecinos y que la prohibición en Suecia ha llevado la prostitución al internet. Asimismo, no hay información que indique que la prostitución de las calles se haya trasladado a puerta cerrada.
El evaluador notó que la prohibición de la compra de servicios sexuales ha tenido un efecto normativo y que ahora hay un gran apoyo a esta prohibición en Suecia. Es más, tanto la policía como trabajadores sociales, declaran que los grupos criminales que venden mujeres con propósitos sexuales ven a Suecia como un mercado muy pobre. Prefieren no establecerse en Suecia por nuestra legislación. Los pocos casos que se descubrieron fueron de mucho menor alcance que en otros países.
Según la Policía Criminalística Nacional, es claro que la prohibición funge como una barrera contra los traficantes de personas para establecerse en Suecia.
La trata de personas es, y todos lo sabemos, un creciente problema mundial. Ningún país puede de manera independiente, a través de sus propias medidas nacionales, combatir exitosamente este delito.
La cooperación internacional y compartir las mejores prácticas es vital. Entonces, después de 12 años con una ley que prohíbe la compra de servicios sexuales, podemos afirmar que la prohibición tiene un gran valor en la lucha contra la prostitución y la trata de personas en Suecia. Ciertamente no es una solución que acabe con todos los problemas de una sola vez, pero es un paso en esta dirección.
La penalización puede ser más que un complemento para medidas sociales más extensas que son necesarias para combatir y prevenir la prostitución.
Deseo que otras naciones consideren seguir el camino que han tomado los suecos para enfrentar este asunto. Cada país debe encontrar la normatividad que más se adapte a su sistema jurídico, pero espero que más países consideren hacer esfuerzos para disminuir la demanda por los servicios sexuales.
De ser así, creo que podremos evitar que jovencitas y niños sean explotados por traficantes de personas.
Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente las de Beatrice Ask.