En este momento la foto ya es un clásico. Se ha convertido en la imagen más vista en el sitio web Flickr; es una foto cautivadora que sugiere tanto como lo que revela.
Puede que la conozcas como “la foto de la Sala de Crisis”, pero puede que no sepas que algunos afirman que hay tres mensajes subliminales que la hacen tan poderosa e inusual.
La foto captura al presidente Obama reunido con su equipo de seguridad nacional en la Sala de Crisis de la Casa Blanca, siguiendo vía satélite el video de la captura y muerte de Osama bin Laden.
La mayoría de los comentaristas se han centrado en la naturaleza histórica de la fotografía: Obama viendo fijamente a la pantalla con gran intensidad; la Secretaria de Estado Hillary Clinton cubriéndose la boca para controlar su reacción, el epicentro del poderío militar estadounidense cazando a su más odiado enemigo. Pero si observas con más detenimiento, esa foto se hace histórica de una manera más sutil. Es una imagen de sobre cuánto están cambiando las actitudes de esta nación sobre la raza, mujeres y hasta el andar presidencial, según estudiosos e historiadores.
“La foto es visualmente sugestiva de un nuevo escenario estadounidense que aún estamos transitando”, dice Saladin Ambar, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Lehigh, Pennsylvania.
“Cuando Obama fue electo, había algunas personas que pensaban que habíamos cruzado el umbral racial”, dijo Ambar. “Lo que su presidencia está revelando es que se están cruzando muchas cosas”.
La foto cruza un umbral racial con un marco inusual de un hombre afroamericano amenazando a la violencia, según afirma un comentarista negro. Durante gran parte de la historia estadounidense, el hombre negro es usualmente representado como una amenaza a la seguridad: el hombre enojado, el hampón, aquél que evitas toparte en la calle, afirma Cheryl Contee, cofundador de Jack & Jill Politics, un blog dedicado a temas coyunturales desde una perspectiva de raza negra.
Pero en la foto de la Sala de Crisis, agrega Contee, el hombre negro es el protector de Estados Unidos. No hay ningún precedente histórico de esta imagen, afirma. Los estadounidenses blancos ven ahora a un hombre negro no sólo como su presidente, sino como su “protector en jefe”.
“La foto es maravillosa”, afirma. “Es otro paso adelante hacia la rehabilitación de la imagen de los hombres negros en la cultura estadounidense. Impactará por siempre el cómo se percibe al hombre negro en Estados Unidos”.
La foto también resuelve un delicado problema de imagen, según Jerald Podair, profesor de historia de la Universidad Lawrence en Appleton, Wisconsin.
Podair dice que Obama siempre ha sido cuidadoso de manifestar el estereotipo del hombre negro iracundo en sus presentaciones públicas, pero ha adquirido otra imagen: la de indiferencia, incluso debilidad. La foto de Obama sentado con su equipo de seguridad nacional, observando la caza y muerte de bin Laden resuelve ambos problemas, dice Podair.
“Ahora puede proyectar fortaleza sin estar amenazado. Después de todo, él está de nuestro lado. Obama puede tomar la capa de protector en jefe que portaban sus predecesores blancos”, agrega Podair.
No se sabe cuánto tiempo dicha capa estará cubriendo a Obama, pero al menos un científico político dice que ya ha visto el impacto de la foto.
“Esta es una de esas raras ocasiones en que los simpatizantes del Partido del Té se refirieron a Obama como el presidente Obama”, dijo Ari Kohen, profesor asociado de ciencias políticas y sociales de la Universidad de Nebraska-Lincoln.
Otros afirman que la foto también rompe barreras hablando de mujeres. La imagen está llena de testosterona: una sala llena de poderosos hombres militares y políticos, algunos con uniformes llenos de medallas, juntos para dejar caer el martillo estadounidense.
Algunos observadores en línea han comparado la foto con las del día crucial de la Segunda Guerra Mundial. Otros dicen que era un retrato del “nexo de poder en el mundo Occidental”.
Pero no hubo icónicos disparos de mujeres sobre las playas de Normandía ni el levantamiento de una bandera en Iwo Jima.
Regresa y examina las fotos históricas del poderío del ejército estadounidense y verás que no hay mujeres presentes, afirman historiadores.
Echarle un vistazo a las ahora famosas fotos del presidente John F. Kennedy y su equipo durante la crisis de los misiles en Cuba ya es algo tradicional, dice Ambar, profesor de la Universidad de Lehigh.
Las fotos muestran a hombres rapados y uniformados rodeando a Kennedy en la Casa Blanca. Puedes prácticamente oler el Aqua Velva en esas fotos a blanco y negro.
“Pero si vuelves y observas las fotos de la crisis de los misiles, así como las películas sobre el tema, tampoco verás mujeres”, agrega Ambar. “En la película Trece Días, la única mujer que aparece es la secretaria de Kennedy”.
Sin embargo, ahora ves a dos poderosas mujeres en la foto de la Sala de Crisis: Hillary Clinton y Audrey Tomason, directora de antiterrorismo, quien batalla para ver desde el fondo. Su inclusión demuestra lo lejos que han llegado las mujeres, dice Ambar, aunque la reacción de Clinton es ambigua ya que está cubriéndose la boca, en lo que parece ser una señal de alarma.
“Sólo Dios sabe lo que está viendo en la pantalla”, dice Ambar.
Lori Brown, una socióloga, dice que ver a dos mujeres en el centro del poder militar estadounidense es destacable, pero el gesto de Clinton minimiza algo de su impacto.
“Las mujeres son usualmente más físicas en sus reacciones emocionales y en una situación de poder, no parecería aceptable, sin embargo, los tiempos están cambiando y la Sala de Crisis también debe hacerlo”, afirma Brown, profesora de sociología en el Colegio Meredith en Raleigh, Carolina del Norte. “Sus emociones fueron más obvias, pero estoy segura de que muchos de los hombres en la sala sintieron lo mismo que ella”.
La foto finalmente cruza el umbral de lo que podría llamarse la actitud presuntuosa presidencial, según historiadores.
Los presidentes estadounidenses tradicionalmente se han vendido a sí mismos como el macho alfa de la nación. Theodore Roosevelt se fue de caza a un safari; Ronald Reagan limpió su rancho con un sombrero de vaquero; George W. Bush hizo su imitación de “Top Gun” cuando se puso un traje de vuelo en la cubierta de una aeronave.
“Existe cierto tipo de machismo y presunción que los estadounidenses esperan que su presidente refleje”, dijo Clarence Lusane, autor de La historia negra de la Casa Blanca.
Proyectar esa imagen presidencial fue tan poderoso que oscureció serias enfermedades de algunos presidentes como el polio de Roosevelt y la variedad de padecimientos de Kennedy, incluyendo una columna dañada, agregó Lusane.
“Ambos estaban muy enfermos. Kennedy apenas podía estar parado durante dos horas. Pero nunca dejaron que esa imagen se proyectara porque debía proyectar fortaleza. Sin embargo, Obama es un animal distinto”. La foto demuestra por qué.
Si alguien no supiera quién es Obama, probablemente no podría decir quién era el presidente en la sala, según algunos estudiosos.
“No tiene la silla más alta”, dijo Brown, sociólogo del Colegio Meredith. “No es el centro de atención. Ni siquiera está en el centro de la sala”.
Sin embargo, el deseo de Obama de ser fotografiado sin el típico pavoneo en el despacho oval de la Casa Blanca, hace que nazca un nuevo tipo de comportamiento, dijo Contee de Jack & Jill Politics.
Ella dice que la foto muestra la seguridad y liderazgo de Obama. Él busca conocer las opiniones de sus asesores. Él cree en la colaboración; todo ello mientras acaba con el terrorista más buscado del planeta.
Él no necesita usar una chamarra de vuelo estilo “Top Gun” para proyectar su fortaleza, agrega. “Casi esperarías ver al presidente de pie en esa posición”. “Eso muestra su estilo de liderazgo. No necesita que su liderazgo sea notorio”.
Pueden esperar más imágenes como la de la Sala de Crisis, dice Ambar.
Mientras Obama se aproxima al tercer año de su período, las fotos capturarán momentos que mostrarán lo lejos que hemos llegado.
“Eso es parte de lo que significa ser el primer presidente afroamericano; todos nos estamos transformando juntos”. Ambar agrega que estaba tan intrigado por la foto de la Sala de Crisis que la cortó para estudiarla. Aún elogia su significado.
“Es una imagen que hubiera sido inimaginable hace 30 años. Esperemos tener más de estas en el futuro de este país”.