El líder del poderoso Fondo Monetario Internacional pasará los próximos días en una celda de 3,3 por 3,9 metros (11 por 13 pies) en la cárcel de Rikers Island de Nueva York, un lugar muy distante de la suite de lujo de 3.000 dólares la noche en donde supuestamente persiguió desnudo a una empleada de limpieza y la atacó sexualmente.
A Dominique Strauss-Kahn, un hombre que ayudó a rescatar a países necesitados de dinero, una juez de una corte penal en Manhattan le negó el lunes la libertad bajo fianza.
Mostrando un aspecto demacrado, Strauss-Kahn -presuntamente el político favorito para contender por la presidencia francesa- escuchó cómo le era negada la libertad en la primera audiciencia judicial que enfrentó en Nueva York. Al final del día, el hombre de 62 años de edad fue enviado al complejo de East River, dijo un vocero del Departamento de Correcciones de Nueva York que pidió no ser identificado.
La próxima aparición de Strauss-Kahn en la corte está programada para el viernes. Hasta entonces, no tendrá contacto con otros presidiarios porque es considerado como un detenido de alto perfil, dijo el vocero.
Sus nuevos vecinos son 14.000 hombres y mujeres que han sido acusados o condenados por distintos crímenes cometidos en la ciudad de Nueva York.
Apenas unos días antes, Strauss-Kahn disfrutaba de una lujosa suite del hotel Sofitel, que incluía su propio vestíbulo, sala de conferencias, pasillo y sala. La policía dice que el sábado el jefe del FMI estaba desnudo cuando supuestamente intentó encerrar a la empleada de hotel de 32 años en la suite y se le fue encima.
Según la denuncia de la camarista, él le agarró el pecho de sin su consentimiento, trató de quitarle el panty y por la fuerza la tomó entre sus piernas, además de que la obligó a practicarle sexo oral.
Al día siguiente de los hechos, Strauss-Kahn debía estar en Europa en una reunión con la canciller alemana, Angela Merkel, y preparándose para ser una figura importante en presentaciones acerca de las crisis económicas en Grecia, Portugal e Irlanda, entre otras. En vez de eso, se encuentra en The Tombs (Las Tumbas), una cárcel de la parte baja de Manhattan.
Su arresto agitó al mundo financiero, dado su liderazgo dirigiendo préstamos multimillonarios y políticas financieras que afectan a decenas de millones de personas.
Pero su impacto se resiente más en Francia, donde Strauss-Kahn era no sólo uno de los principales candidatos para postularse a la presidencia a través del Partido Socialista, sino uno de los favoritos para ganarle el actual presidente Nikolas Sarkozy.
Los fiscales argumentaron el lunes, durante la comparecencia del jefe del FMI, que creen que si Strauss-Kahn estuviese libre, en este momento estaría viviendo en Francia, “abierta y notoriamente”.
Pero dos policías de la Autoridad Portuaria vestidos de civil lo detuvieron el sábado en la cabina de primera clase de un avión de Air France minutos antes del despegue.
Las autoridades alegaron que Strauss-Kahn huyó del hotel después del incidente, dejando atrás su teléfono celular.
Sus abogados defensores dijeron que Strauss-Kahn se retiró aprisa para acudir a una cita que tenía durante el almuerzo, además de que destacaron su falta de antecedentes penales, la voluntad de permanecer con su hija en Nueva York y la intención de depositar un millón de dólares de fianza.
La juez de la Corte Penal, Melissa Jackson, estuvo del lado de la fiscalía al establecer que con Strauss-Kahn había un riesgo de fuga, por lo que le negó la libertad bajo fianza.
“El hecho de que estaba a punto de abordar un vuelo suscita cierta preocupación,” dijo.
Incluso con el aparente retroceso, el abogado defensor Benjamin Brafman se mostró confiado.
“Esta batalla apenas empezó”, dijo el abogado a los periodistas. “Creemos que este caso es muy defendible”.
“La evidencia forense, creemos, no será compatible con la explicación, y creemos que es un caso muy, muy defendible, y él debe tener derecho a libertad bajo fianza”, dijo Brafman durante la audiencia del lunes.
Hasta 25 años de prisión
Strauss-Kahn se enfrenta a una serie de cargos, incluyendo dos cargos en primer grado por delito sexual, un cargo de tentativa de violación en primer grado, un cargo de abuso sexual en primer grado, un cargo de detención ilegal en segundo grado, un cargo de tocar por la fuerza y un cargo de tercer grado de abuso sexual.
“La acusación principal, el acto sexual criminal en primer grado, es un delito grave clase B que implica una sentencia máxima de 25 años de prisión”, dijo la oficina del fiscal de distrito de Nueva York.
La acusadora de Strauss-Kahn señaló al jefe del FMI entre varios sospechosos en una estación de policía de Nueva York, diciendo que él era el hombre que la había agredido sexualmente, según una fuente judicial con conocimiento directo de la investigación.
Las acusaciones no sólo complicaron la carrera presidencial de Francia, sino que muchos franceses tuvieron una percepción negativa al ver la imagen de Strauss-Kahn esposado, con el llamado “caminar del acusado” y el interés mediático en el caso.
Criticaron la rapidez de la investigación
“Hay una sensación real de que hay prisa por hacer justicia aquí”, dijo Nathan King, un corresponsal de la red de televisión de France 24, y la sensación de que a Strauss-Kahn aún no se le ha permitido defenderse.
Sin embargo, señaló “creo que la prensa francesa sabe la diferencia. Han tratado estos asuntos desde hace mucho tiempo y no los han reportado… pero esto es criminal”.
El impacto de la imagen
La líder del Partido Socialista de Strauss-Kahn, Martine Aubry, hizo una breve declaración a la prensa este martes. “Nos hemos encontrado en un momento triste”, dijo.
Aubry dijo que muchos de sus colegas están “conmocionados” y “abrumados” por las imágenes de Strauss-Kahn esposado . Ella expresó su respeto por el sistema de justicia de Estados Unidos, pero señaló que aunque las cámaras tienen permiso de grabar en algunos tribunales de Estados Unidos, “no es el caso de Francia”.
Una ley francesa del año 2000 impide que imágenes como estas sean publicadas, dijo, con el fin de proteger a la presunción de inocencia.
“Desde ayer hemos estado abrumados por las imágenes, lo que significa que hay que recordar la presunción de inocencia”, dijo.
(Susan Candiotti, Ivan Watson, Saskya Vandoorne y Jim Bittermann, periodistas de CNN, colaboraron con este reporte)