Las fuerzas de seguridad en Libia supuestamente están usando drogas sexuales como un “machete” para violar colectivamente a las mujeres que detienen en los puestos de control, dijo el jefe de los fiscales de la Corte Penal Internacional.
Luis Moreno-Ocampo dijo a CNN el lunes que el tribunal de La Haya investigará las denuncias de violación institucionalizada en el país devastado por la guerra.
“Hay violaciones. El problema es saber quién las organizó”, dijo Moreno-Ocampo a Nic Robertson de CNN. “Ellos fueron consignados en algunos cuarteles de la policía. ¿Los policías fueron procesados? ¿Qué pasó?”, preguntó.
Moreno Ocampo dijo que la Corte Penal tiene información acerca de mujeres que fueron detenidas en los puestos de control y, como llevaban banderas de los rebeldes, fueron tomadas por la policía y violadas.
También dijo que había informes del uso de fármacos de mejora sexual masculina, a los que definió como una “herramienta de violación masiva”.
“Hay algo de información con respecto al uso de Viagra. Por lo tanto, es como un ‘machete’”, dijo. “Es algo nuevo. El Viagra es una herramienta de violación masiva.
“Así que estamos investigando. No estamos listos para presentar el caso todavía, pero espero que el próximo mes, vamos a añadir cargos o revisar los cargos por violaciones”.
A finales de abril, varias organizaciones de medios -incluyendo la revista Foreign Policy- informó que Susan Rice, embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, dijo a puerta cerrada en una audiencia del Consejo de Seguridad que el líder libio Moammar Gadhafi ha estado distribuyendo pastillas de Viagra a sus tropas “para que salgan a violar”.
La revista, que atribuye la información a un diplomático de la ONU presente en la sala, dijo que Rice no ofreció ninguna evidencia que sustente su reclamación.
Pfizer, el fabricante de la droga, no pudo ser contactada este martes para que comentara al respecto.
Tampoco está claro si Moreno-Ocampo utilizó el término “Viagra”, como un término genérico para referirse a las drogas de mejoramiento sexual en hombres.
Quizás el caso más conocido hasta ahora en Libia es el de la presunta violación de Eman al-Obeidy.
Al-Obeidy recibió atención mundial cuando el 26 de marzo entró al Hotel Rixos en Trípoli, mientras periodistas que se alojaban allí desayunaban.
Ella dijo a los periodistas que había sido retenida contra su voluntad en un puesto de control al este de Trípoli durante dos días, en los que fue golpeada y violada por 15 hombres leales a Gadhafi.
Si bien ha destacado por la atención internacional que recibió, el caso de al-Obeidy puede que no sea una excepción.
Moreno-Ocampo no dijo cuántas mujeres podrían haber sido violadas en Libia desde el inicio de la guerra civil.
“El tiroteo se encuentra en el espacio público. La detención de personas es tan masivo, tan dominante”, dijo Moreno-Ocampo. “(Pero) lo que sucede en el interior del cuartel con las mujeres es más difícil de saber”.
También el lunes, la CPI solicitó el arresto de Gadhafi y dos de sus familiares, vinculándolos a los ataques “generalizados y sistemáticos” contra civiles en su lucha por retener el poder en Libia.