El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu (der.), junto al ex director del Mossad Meir Dagan en Jerusalén, en una foto del 2 de enero.

El ex jefe de inteligencia de Israel dijo que su país no tiene capacidad para frenar el programa nuclear de Irán y que realizar un ataque preventivo contra la república islámica podría desatar una guerra regional que Israel no podría enfrentar.

“No tenemos la capacidad de detener el programa nuclear de Irán. En el mejor de los casos podemos retrasarlo”, declaró el ex jefe del Mossad Meir Dagan en una conferencia en Tel Aviv este miércoles.

“Es importante que sepamos cuál sería el resultado de un ataque contra Irán, qué ocurriría el día después y en qué situación se encontraría Israel en la escena internacional”, agregó.

“Un ataque contra Irán significaría una guerra en la región y en ese caso daría a Irán la mejor de las razones para seguir con su programa nuclear porque los iraníes dirían entonces: ‘nos ha atacado un país extranjero que supuestamente tiene capacidad nuclear. Ahora no nos queda otra opción que defendernos… contra un país con capacidades estratégicas’, un argumento contundente y fundamentado para ampliar el programa nuclear”, explicó.

“Es importante que sepamos que esa guerra no sería sólo contra Irán. Sería una guerra regional que incluiría a Siria, si tuviéramos que atacar objetivos de Hezbollah en territorio sirio. El desafío regional al que se enfrentaría Israel sería imposible”, dijo.

Los duros comentarios, que fueron reproducidos por varios diarios israelíes, no son los primeros que hace Dagan en esta línea, que dirigió durante ocho años el servicio de espionaje israelí. Dagan dejó su cargo en enero y en las últimas semanas ha hecho varios comentarios que contrastan con las posturas actuales del primer ministro Benjamín Netanyahu con respecto al delicado tema del programa nuclear iraní.

Netanyahu ha reiterado públicamente que a la hora de frenar el programa nuclear iraní hay que contemplar todas las opciones, incluida la militar. Tanto Israel como Estados Unidos creen que Irán desarrolla armas nucleares, algo que niega Irán, que afirma que su programa atómico sólo tiene fines pacíficos.