Hace ocho años, Lérida Mojica emigró a Estados Unidos desde México, como muchos, en busca de una oportunidad de trabajo. Con el tiempo, consiguió un empleo en un museo de arte contemporáneo de Nueva York. Sin embargo, con el nacimiento de sus hijos, Ella, de tres años, y Mateo, de dos, su vida dio un giro sorprendente e inesperado.
“Estando aquí en Nueva York, toda mi familia está en México, entonces eso me forzó a dejar de trabajar tiempo completo para dedicarme al cuidado de mis hijos y poder pasar mas tiempo con ellos”, recuerda la joven madre.
Pero la obligación de quedarse en casa no la detuvo. Lérida dice que desde niña ha tenido una afinidad por la cocina y por eso empezó a hornear pasteles para las fiestas de cumpleaños de sus hijos, aunque con muy poco éxito.
“Me di cuenta que ninguno de los niños se comía todo el pedazo de pastel, solamente se comían la parte dulce de arriba, entonces pensé en hacer algo que fuera divertido, para manitas pequeñas y obviamente que los niños se comieran”, explica.
Y de esa inspiración nacieron sus coloridos “cake pops”, unas exquisitas paletas de bizcocho hechas a mano, con ingredientes orgánicos y naturales y que los niños disfrutan. Poco a poco, los dulces empezaron a causar sensación entre sus amigas quienes le pedían para sus propios eventos y fiestas.
Fue entonces cuando, según Lérida, se le prendió el foco. “Pensé: tal vez esto es algo que puedo hacer como negocio que me permitiría pasar más tiempo con mis hijos. Entonces, hace más o menos un año, tomé fotos y las puse en Internet en una paáina de cosas hechas a mano y de ahí alguien me contactó que querían 6.000. ¡No lo podía creer! Y así fue que decidí fundar mi propia empresa, New York Cake Pops”.
El resto, como dicen, es historia.
Clientes famosos
Hoy, su negocio es un gran triunfo. “Hice mi página de internet y gracias a Dios se ha corrido mucho la voz. Los clientes míos ya ahorita no son las amigas de mis amigas ahora son compañías grandes de eventos grandes”, dice Lérida con entusiasmo.
Por ejemplo, recientemente recibió una orden de 3.000 paletas para la semana de la moda en Nueva York, ha sido contactada por los premios Oscar, la empresa de Martha Stewart y hasta ha recibido ofertas para convertir “New York Cake Pops” en una franquicia.
Además, los “cake pops” fueron elegidos como uno de los mejores postres para niños por la reconocida revista Time Out New York. “A veces me siento como que es demasiado. Ser mamá, ama de casa, esposa, ser mi propio jefe, tengo que aprender a manejar bien el tiempo y hasta el día de hoy estoy tratando de encontrar un balance pero doy gracias a Dios porque como digo no es algo que tenía planeado, pero me ha resultado”.
Lo primero, ser mamá
Afortunadamente, para poder cumplir con ambas obligaciones, la de empresaria y la de madre, Lérida cuenta con el apoyo de la organización sin fines de lucrobasada en Nueva York Hot Bread Kitchen que se dedica a ayudar a mujeres inmigrantes a desarrollar y establecer sus propios negocios.
“El programa que tienen de incubación para pequeños negocios como el mío es una gran ayuda. No sólo te ofrecen el espacio y los hornos, también recibo mucha ayuda legal, de mercadeo, y tienen gente que te ayuda a desarrollar tu pagina web y a conseguir préstamos”.
Oriunda de Culiacán, Sinaloa, Lérida viene de una larga familia de artistas y dice que New York Cake Pops la ha permitido combinar su pasión por el arte y sus habilidades en la cocina sin perder vista lo que considera más importante, “mi vocación número uno es ser mamá; entonces trato de no sobrepasar mis límites. Prefiero decir que no a una orden que después me van a llamar otra vez a decir que sí y que no la pueda cumplir otra vez”, asegura con lágrimas en ,los ojos.
Por lo tanto, mientras su negocio sigue creciendo, Lérida sueña con algún día abrir su propia tienda en Nueva York, contratar más empleados, y expandirse a otras ciudades. De toda su experiencia, comparte este consejo con otras madres: “si es algo que realmente quieren hacer, lo pueden lograr y si es algo que de verdad se enfocan todo cae en su lugar, poco a poco”.