Los votantes judíos, un bloque normalmente fiel al Partido Demócrata, son ahora el centro de atención para los demócratas que quieren mantener su apoyo, y de los republicanos que ven una oportunidad de atraerlos después de las recientes elecciones parlamentarias especiales en Nueva York.
El estratega demócrata de Nueva York Hank Sheinkopf comentó que esa elección, en la que un Republicano ganó el distrito históricamente demócrata, fue en cierta medida una reacción a la política del presidente en el tema des Israel. Sheinkopf dijo que la contienda sirvió como un “dispositivo liberador” para los votantes judíos y no sólo para los judíos ortodoxos, quienes tienden a ser más conservadores en lo social.
“Es muy poco probable que atraiga de nuevo a una gran parte de la comunidad proisraelí; es demasiado tarde. Algo extraordinariamente milagroso tendría que ocurrir,” dijo Sheinkopf. “Hay un sentimiento general de traición de que este hombre no entiende quienes son estos judíos. “Tuvo su primera advertencia,” agregó Sheinkopf.
Los signos de tensión entre el presidente y partidarios judíos surgieron antes de las elecciones en Nueva York y se intensificaron con los reflectores puestos en la reunión anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, en la que se espera que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, presente una solicitud ante el Consejo de Seguridad para lograr la condición de Estado.
El gobierno de Obama ha prometido vetar la solicitud, reafirmando su histórico apoyo a Israel, el aliado más fuerte de Estados Unidos en Medio Oriente.
Sin embargo, muchos judíos se enfadaron por el discurso del presidente Obama, en mayo, en el que sugirió el regreso de Israel a las fronteras anteriores a 1967, con un intercambio de tierras acordado entre israelíes y palestinos. Las fronteras anteriores a 1967 se refieren al territorio de Israel antes de la Guerra de los Seis Días, que fue llevada a cabo ese año, en la que Israel ocupó Gaza, la Rivera Occidental, Jerusalén oriental y otros territorios de países vecinos.
Los israelíes sostienen que volver a la configuración anterior dejaría vulnerables a los centros de población y desplazaría colonos.
Las declaraciones del presidente fueron seguidas por una incómoda reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en el que éste al parecer sermoneó a Obama en la Casa Blanca, prometiéndole que Israel nunca volvería a las fronteras de 1967.
En Nueva York, la victoria de 8% del Republicano Bob Turner sobre el Demócrata David Weprin, en un distrito en manos de los demócratas desde 1923, trajo un nuevo enfoque sobre los votantes judíos, quienes apoyaron la candidatura presidencial de Obama, en 2008, con un aplastante 78%.
La derrota de los Demócratas en el 9º distrito electoral —altamente judío— se da cuando el números de votantes judíos a favor de Obama, según encuestas, a nivel nacional y en Nueva York, ha disminuido. El diputado Anthony Weiner ocupó el cargo hasta que renunció en junio, después de intercambiar imágenes inapropiadas en las redes sociales.
Un 54% de los judíos estadounidenses aprobaron en septiembre el desempeño de Obama como presidente, en comparación con el 60% en junio y el 68% en mayo, según una encuesta de Gallup.