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Por Juan Antonio Giner

Nota del editor: Juan Antonio Giner es fundador de Innovation Internacional Media Consulting Group, periodista y doctor en Derecho. Ex vicedecano de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Navarra y profesor de las Universidades de Columbia, Stanford y Harvard.

Steve Jobs pasará a la historia no como el novio de Joan Baez sino como el líder que revolucionó nuestras vidas como periodistas y como directores de diarios y revistas.

Yo me enteré hoy de su muerte en un hotel de Varsovia leyendo mi cuenta de Twitter en uno de sus iPhone. Conecté mi Macintosh y pronto supe más leyendo sitios de noticias de todo el mundo.

Fui a Orbyt y a otras versiones para tabletas donde leí, vi y oí al mismísimo Steve Jobs que ya estaba inmortalizado en diversos productos multimedia: desde sus míticas presentaciones de nuevos productos a su mágico discurso en la Universidad de Stanford.

En 27 de enero del año pasado estuve en San Francisco cuando Steve Jobs presentó su primer iPad, una tableta digital que los expertos recibieron con escepticismo, pero que entusiasmó a los fanáticos de Apple en todo el mundo. En vísperas de su muerte, su sucesor Tim Cook presento el iPhone 4S y, de nuevo las críticas… Siempre fue así: Steve Jobs hizo productos útiles para la gran mayoría, sin importarle los expertos o los “focus groups”.

Las tabletas se venden hoy por decenas de millones y muchos pensamos que, tarde o temprano, éstas serán las “páginas digitales” de los medios del futuro, ahora todavía construidas sobre soportes rígidos, muy pronto sobre superficies flexibles de “páginas hule” y, antes de lo que nos imaginamos, en “páginas digitales desplegables” como las del Newsslate, un prototipo de lo que Apple y otras muchas compañias ofrecerán como la alternativa definitiva a los soportes impresos.

John Markoff, corresponsal del New York Times escribió hoy el mejor obituario de Steve Jobs: No fue un ingeniero de hardware o un programador de software, y tampoco se veía como un manager. Se consideraba un líder tecnológico, eligiendo la gente con más talento, apoyándoles y exigiéndoles, y tomando él mismo las decisiones finales sobre productos y diseño.

Con el iPad aseguró el futuro del periodismo.

Alguien tendrá que crear con su nombre los Premios Pulitzer del futuro.

(Las opiniones expresadas en este comentario solamente corresponden a Juan Antonio Giner)