LAS VEGAS (CNN) - Siete aspirantes a la candidatura presidencial republicana se enfrentaron este martes por la noche en un debate organizado por CNN en Nevada en el que hubo duros intercambios sobre temas como la inmigración ilegal, los impuestos y la salud.

Pero fueron los tres republicanos que van por delante en las encuestas, Herman Cain, Mitt Romney y Rick Perry, los que recibieron más ataques.

La animadversión entre Romney y Perry se hizo patente en la primera hora de debate, en la que ambos intercambiaron acusaciones y tuvieron momentos acalorados.

Romney se rió a la cara de Perry cuando el gobernador de Texas critico a su rival por contratar a inmigrantes ilegales para cortarle el césped de su casa, una polémica que destapó el diario Boston Globe durante la primera campaña de Romney para la presidencia en 2008.

“Mitt, tu pierdes toda la autoridad, a mi modo de ver, porque contrataste ilegales en tu casa y lo sabías desde hacía un año”, dijo Perry dirigiéndose a Romney. “Y la idea de que estés aquí ante nosotros diciendo que tienes una postura fuerte con la inmigración es el colmo de la hipocresía”.

Fue el Perry más combativo que se ha visto hasta la fecha. Después de liderar las encuestas poco después de sumarse a la carrera por la candidatura en agosto, sus niveles de popularidad habían caído entre los votantes republicanos luego de sus pobres actuaciones en los debates previos.

Pero al terminar el debate no estaba muy claro si la agresividad de Perry le beneficiará o perjudicará.

Cain, por su parte, fue el blanco de los ataques al inicio del debate. Sus rivales republicanos cuestionaron uno a uno su plan llamado “9-9-9” para reformar el sistema fiscal de Estados Unidos.

El plan pretende reemplazar el sistema impositivo actual y aplicar un impuesto del 9% a los ingresos corporativos, a las rentas y a las ventas a nivel nacional.

Los otros seis republicanos en el escenario, que han visto cómo Cain ha trepado en las encuestas más recientes apoyándose en un mensaje directo y en su imagen ajena a la política tradicional, coincidieron en criticar su idea como simplista y arriesgada.

“Es mucho más complejo que eso, Herman”, dijo el ex presidente de la Cámara de Representantes y precandidato Newt Gingrich.

Por su parte, el legislador de Texas Ron Paul consideró “peligroso” el plan y dijo que aumentaría la carga fiscal sobre los ciudadanos de menos recursos.

Perry señaló que el “9-9-9” no a a funcionar, mientras que Romney dijo que el plan de Cain agregaría los impuestos federales a los estatales.

Cain se defendió argumentando que su plan no aumentaría los impuestos a los pobres y que sus rivales malinterpretaban su iniciativa.

Junto a los aspirantes mencionados, también participaron en el debate de Las Vegas el ex senador de Pensilvania Rick Santorum y la legisladora de Minnesota Michele Bachman, que también atacaron el plan de Cain.

El ex gobernador de Utah Jon Huntsman decidió boicotear el debate por una disputa entre Nevada y Nueva Hampshire por el calendario de las primarias republicanas. Huntsman apuesta su campaña a una victoria en Nueva Hampshire y realizó un mitin allí el martes por la noche.

(Con información de Kevin Bohn)