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(CNNMéxico y CNN) — La Unesco inscribió este domingo en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad la música del mariachi, uno de los géneros más representativos de la música tradicional mexicana, además del saber tradicional de los chamanes jaguares del Yuruparí de Colombia, el peregrinaje al santuario del Señor de Qoyllurit’i de Perú y el fado portugués.

Las canciones de mariachi –que suelen ser interpretadas en ocasiones festivas con guitarras, violines y trompetas y los músicos vistiendo ropa tradicional y sombreros de ala ancha- son cantados a los largo de México y se han convertido en una parte clave de la identidad regional.

“La comunidad y la familia transmiten musicalmente su conocimiento, su historia y el placer de cantarle a la naturaleza que los rodea”, dijeron funcionarios mexicanos en la  aplicación ante la Unesco.

Incluir a la música del mariachi en la lista incrementa la consciencia sobre la música, dijo la Unesco en un comunicado el domingo.

La aplicación de México ante la organización señala que esa música “ha cruzado fronteras y se ha convertido en un símbolo de México”.

“Inmigrantes, descendientes de mexicanos que viven en el extranjero, así como otros latinoamericanos, han convertido al mariachi moderno en un símbolo de identidad, porque es un vínculo que los une con sus raíces a pesar de la distancia”, dice el documento de aplicación.

El año pasado la Unesco agregó la comida tradicional mexicana a la lista. En 2008, la organización reconoció la celebración del Día de los Muertos, festividad tradicional de México.

De otro lado, los expertos destacaron la “ejemplaridad” de la candidatura colombiana tras valorar el sistema integral de conocimiento con características físicas y espirituales del Yuruparí colombiano.

Los jaguares del Yuruparí, que habitan en los alrededores del río Pirá Paraná transmiten por vía masculina y desde el nacimiento el Hee Yaia Keti Oka una sabiduría que les fue entregada desde sus orígenes por los Ayowa (creadores) para cuidar del territorio y de la vida.

Unesco también declaró patrimonio inmaterial el peregrinaje al santuario del Señor de Qoyllurit’i de Perú, que recorre ocho kilómetros desde Mahuayani hasta Sinakara, y finaliza en el santuario situado a más de 4 000 metros sobre el nivel del mar.

La festividad presenta una amalgama de tradiciones andinas y europeas cristianas a través de las cuales se ha establecido una expresión religiosa compleja y única en el mundo.

La última propuesta aprobada este domingo fue la del fado portugués, género musical habitualmente cantado por un solista acompañado por una guitarra portuguesa, que nació en los barrios humildes de Lisboa y que con la radio se extendió por todo Portugal.