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(CNN) — Si estás soñando con una blanca navidad al estilo Hollywood, será mejor que ni te emociones: la mayor parte de los lugares que aparecen en las películas navideñas no existen. Pero no hagas pucheros. Algunos espacios clásicos de la temporada favorita del cine sí existen, y los puedes visitar en la vida real:

La casa familiar de los Parker en A Christmas Story

Si te encuentras en las cercanías de Cleveland y eres un fanático de la película clásica de culto de 1983, A Christmas Story (Una historia de Navidad), haz una parada en la casa de la familia Parker, que está abierta al público, junto con un museo y tienda de regalos que se encuentran cruzando la calle.

Si admirar el traje para la nieve ‘no-puedo-bajar-mis-brazos’ y el auto familiar Oldsmobile no es suficiente magia cinematográfica, los visitantes pueden comprar lámparas de pierna en la tienda de regalos para tener su propio “suave resplandor del sexo eléctrico brillando en la ventana”.

O si te sientes más rebelde, también están disponibles rifles de aire Red Ryder tipo carabina.

Bedford Falls de It’s a Wonderful Life

Puede que el pueblo de Bedford Falls en el clásico de 1946 It’s a Wonderful Life (¡Qué bello es vivir!) sea ficticio y haya sido creado en escenarios fabricados para el rodaje en Encino, California, pero la gente en Seneca Falls, Nueva York, afirma que su pequeña ciudad de molinos fue la inspiración del director Frank Capra para la comunidad cinematográfica. (Se cree que visitó la ciudad en 1945).

A los visitantes se les anima a celebrar los vínculos con la cinta cada diciembre, al participar en un recorrido a pie con el tema de la película y juzgar las similitudes por sí mismos.

Es posible recorrer el puente de acero Street Bridge, similar al que el personaje de Jimmy Stewart, George Bailey, salta en la película para ‘salvar’ a su ángel de la guarda, Clarence Odbody, o pasear por la calle principal bordeada de faroles.

Si tienes ganas de quedarte un fin de semana en la región Fingre Lakes de Nueva York, hospédate en una de las 48 habitaciones del recién inaugurado Clarence Hotel, nombrado en honor del ángel de la guarda de Bailey.

La residencia McCallister de Home Alone (Mi pobre angelito)

Aunque no puedes husmear en las cosas privadas de Buzz (a menos que estés buscando comprar un nuevo hogar), puedes pasar como tus bandidos favoritos, Harry y Marv, por fuera de la residencia McCallister, a unos 25 kilómetros al norte de la ciudad de Chicago, en el suburbio de Winnetka.

La casa, construida en la década de 1920, se encuentra a la venta por 1.95 millones de dólares, y todavía tiene la reconocible escalera junto a la puerta frontal en caso de que deslizarte a través de los pasamanos sea uno de tus pasatiempos favoritos.

El restaurante Serendipity de Serendipity

Parte película navideña, parte comedia romántica, esta película de 2001 protagonizada por John Cusack y Kate Beckinsale inicia durante el pico de la fiebre de compras navideñas, con los entonces desconocidos tratando de comprar el último par de guantes de casimir negro en Bloomingdale’s.

Después de las chispas iniciales, los flechados personajes, ambos en distintas relaciones, pasan el resto de la noche juntos en Nueva York.

El título de la película está conformado en partes iguales por la definición de ‘serendipity’ — el diccionario Merriam-Webster lo define como “la facultad o el fenómeno de encontrar cosas valiosas o agradables no buscadas”— y el restaurante de Nueva York, donde los dos amantes predestinados disfrutan de chocolates calientes y, finalmente separan sus caminos (sólo para reunirse tras una serie de accidentes afortunados hacia el final de la película).

Si te gustan los dulces y tienes un lado romántico, el café Serendipity 3 está abierto hasta la medianoche de domingo a jueves, hasta la 1 de la mañana los viernes y a las 2 de la mañana los sábados. Después de todo, nunca se sabe quién puede estar esperando en esa fila que se extiende hasta la Calle 60 Este.

Macy’s de Miracle on 34th Street (Milagro en la Calle 34)

El verdadero milagro de la calle 34 de la película de 1947, así como del remake de 1994, se lleva a cabo en el número 151 de la calle West 34th para ser exactos, la gran tienda insignia de Macy’s en Herald Square, en Nueva York.

Desde 1924, la tienda departamental comienza la temporada de compras navideñas con su desfile anual del Día de Acción de Gracias, que culmina con la llegada de Santa Claus al final del desfile. Después del desfile y hasta la víspera de Navidad, los niños pueden visitar al “buen hombre de barba blanca”, como lo hizo Susan Walker, y decirle a Santa lo que les gustaría recibir en Navidad.

Si no puedes ir a Nueva York, cada tienda en Estados Unidos tiene un buzón para recibir cartas dirigidas al Polo Norte. Como beneficio adicional, cada carta recibida generará una donación de 1 dólar a la Fundación Make-A-Wish.