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(CNN) — Un nuevo estudio concluyó que muchos agentes de policía podrían ser mejores en sus empleos si tuvieran más y mejor sueño.

Los investigadores analizaron a más de 4,000 oficiales estadounidenses en busca de trastornos del sueño y encontraron que el 40% tenía al menos un trastorno, como apnea obstructiva del sueño o insomnio.

Aquellos con trastornos del sueño tenían 51% más probabilidades de quedarse dormidos al volante, eran 63% más propensos a violar los protocolos de seguridad, 43% más propensos a cometer errores administrativos, y 22% más propensos a ser lesionados en su trabajo, en comparación con los oficiales que no reportaron trastornos del sueño.

La gente también tenía cosas malas que decir acerca de los policías que dormían mal, ya que los ciudadanos presentaron 35% más denuncias contra aquellos con trastornos del sueño.

Casi la mitad de todos los policías entrevistados para el estudio informaron que se habían quedado dormidos al menos una vez mientras conducían, y un cuarto de todos los funcionarios dijo que esto le sucedía una o dos veces al mes.

“Es un número extraordinariamente alto de trastornos del sueño”, dice el médico Charles Czeisler, jefe de la División de Medicina del Sueño del Hospital Brigham y de Mujeres. “El mensaje principal es que los trastornos del sueño son muy frecuentes en la Policía y estoy seguro de que la población en general no se queda atrás”.

La obesidad, explica Czeisler, es tan esencial para la apnea obstructiva del sueño como la ubicación lo es para las bienes raíces, y ese principio es válido en su estudio. Alrededor de 34% de los agentes de policía informó ser obeso, y el mismo porcentaje sufre de apnea obstructiva del sueño, aunque algunos tienen una condición y la otra no.

“El siguiente paso que realizaremos es una muestra aún mayor —dice Czeisler— y veremos si podemos reducir las consecuencias adversas con detección, un programa de tratamiento y educación”.

Los oficiales con apnea obstructiva del sueño también mostraron tasas más altas de diabetes, depresión, enfermedades cardiovasculares, agotamiento emocional y trastornos de ansiedad.

“Hemos aprendido mucho sobre el sueño y la medicina del sueño. Hay una explosión de la ciencia en este campo”, explica el médico Michael Grandner, investigador del Centro de Sueño y Neurobiología Circadiana de la División de Medicina del Sueño de la Universidad de Pennsylvania, quien no está asociado con el estudio.

“Lo que este documento señala es que esto no se traduce en el campo. Sería interesante ver el análisis costo-beneficio de invertir en la salud del oficial de policía”.

Los 4,957 participantes del estudio fueron reclutados en el Departamento de Policía de Filadelfia y en la Policía Estatal de Massachusetts. De los participantes, 82% eran hombres, 85% eran blancos, y 79% tenían sobrepeso o eran obesos.