CHARLESTON, Carolina del Sur (CNN) — Los cuatro candidatos del Partido Republicano jugaron con sus fortalezas individuales el jueves y trataron de dejar una impresión duradera al final del debate republicano, dos días antes de la elección primaria de Carolina del Sur.
En un ciclo de campaña en el cual los debates han tenido consecuencias directas sobre los resultados de la carrera, el exvocero de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, convirtió su desprecio por los medios en una de sus actuaciones más fuertes. Cuando el corresponsal jefe de CNN, John King, abrió el debate con una pregunta sobre el matrimonio abierto —tras una entrevista donde la exesposa del precandidato afirmó que éste le pidió una relación así— el republicano lo reprendió.
“Tomar a una exesposa y convertirla en una esposa significativa dos días antes de unas elecciones primarias, en una campaña presidencial, es tan despreciable como cualquier cosa que puedo imaginar”, dijo Gingrich a King, el moderador del debate.
La respuesta de Gingrich suscitó aplausos de la audiencia.
El debate se produjo al final de un día en que el exsenador de Pennsylvania, Rick Santorum, fue declarado ganador de la asamblea partidista de Iowa dos semanas después de su aparente segundo puesto ante el exgobernador de Massachusetts, Mitt Romney, y de que el gobernador de Texas, Rick Perry, abandonó la carrera presidencial y expresó su apoyo a Gingrich.
El representante de Texas, Ron Paul, fue el cuarto candidato en el debate.
Un enojado Gingrich criticó a CNN por comenzar con una pregunta sobre su matrimonio.
Horas antes del debate, ABC News y The Washington Post publicaron entrevistas con Marianne Gingrich, quien aseguró que el precandidato le pidió un “matrimonio abierto” antes de su divorcio.
Marianne Gingrich dijo a The Washington Post que un día después de que su marido confesó su romance con Calista Bisek en mayo de 1999, el exvocero de la Cámara de Representantes pronunció un discurso a un grupo de mujeres republicanas en Pennsylvania titulado “La desaparición de la cultura americana”.
“¿Cómo podía pedir el divorcio el lunes y al plazo de 48 horas dar un discurso sobre los valores de la familia?”, dijo Marianne Gingrich en su entrevista con el diario estadounidense.
Newt Gingrich dijo que la historia era falsa.
Los otros tres candidatos presidenciales en el escenario dejaron pasar la oportunidad para criticar a Gingrich por las acusaciones de su ex esposa.
Mitt Romney tomó la ruta que ha tomado en toda la campaña: responder a sus rivales sólo cuando es atacado.
Santorum se presentó como una opción más conservadora que Gingrich y Romney y como el candidato que podría dibujar un contraste contra el presidente Barack Obama.
A medida que el debate se desarrollaba, Gingrich dio a conocer su declaración de impuestos tal como había prometido. En tanto, preguntó a Romney si seguiría el ejemplo de su padre, George, quien luchó por la nominación presidencial republicana en 1968 y publicó sus declaraciones de impuestos por 12 años.
“Tal vez”, dijo Romney, antes de resaltar su experiencia en el negocio y su éxito personal. “Yo no heredé el dinero de mis padres. Lo que tengo, yo lo gané”.
Tal como lo dijo a principios de semana, Santorum señaló que tenía su declaración en casa y que en cuanto regresara la publicaría. Paul, por otra parte, comentó que no tenía intención de hacer públicas sus declaraciones, argumentando que los estados financieros del Congreso eran bastante reveladores.
La cuestión de la elegibilidad fue objeto de acalorados debates. A principios de esta semana, Gingrich pidió a Perry y a Santorum a abandonar su carrera y apoyar su candidatura porque no tenían la experiencia para un emprendimiento como una campaña presidencial. Con Perry fuera, Santorum tuvo que responder.
El exsenador argumentó que él era la opción fuerte y que los republicanos no deberían escoger a un nominado que podría sorprenderlos.
Mientras Gingrich y Santorum debatían sobre sus resultados en Washington, Romney alzó la mano para decir que es tiempo de que llegue alguien externo.
“Tenemos que enviar a Washington a alguien que no haya vivido allí, pero sí alguien que haya estado en las verdaderas calles de Estados Unidos”, dijo Romney.
Todos los candidatos en el escenario se opusieron a la ley antipiratería de internet y criticaron la propuesta por ser demasiado intrusiva. Sin embargo, tanto Romney como Santorum dijeron que podrían apoyar una ley más estrecha para proteger los derechos de propiedad intelectual en línea.
Con su usual ingenio espontáneo que ha tenido un gran efecto en los debates republicanos, Gingrich bromeó y dijo que la ley no era demasiado favorable a los productores de cine y la música que impulsaron la legislación.
“Estás preguntando a un conservador sobre el interés económico de Hollywood”, dijo Gingrich, provocando risas entre la audiencia.”Y yo lo estoy sopesando, lo estoy sopesando, no me estoy acelerando”.
En tanto, Paul destacó sus libertarios puntos de vista agregando que había sido un detractor de la ley desde el principio. Dijo que como presidente trabajaría con su habilidad para organizar a los líderes de ambos bandos para proteger las libertades civiles.
El ex obstetra y ginecólogo se abrió paso en la conversación sobre la atención sanitaria y el aborto, dos cuestiones que maneja muy bien.
“Pensé que tenían prejuicios contra los médicos y sobre un médico que practicó la medicina en el Ejército”, dijo Paul King después de una sección en la que los otros tres candidatos respondieron a una pregunta sobre si la revocación de la reforma del presidente Barack Obama de atención de salud era realmente posible.
Después de un prolongado debate entre los otros tres candidatos sobre la legitimidad de criticar la conversión política de Romney de proaborto a antiaborto, la multitud abucheó y gritó el nombre de Paul cuando King le pidió al precandidato opinar.
“John, una vez más, es una cuestión médica y yo soy doctor”, dijo Paul.
Cuatro encuestas en los últimos dos días evidenciaron que la ventaja de Romney hacia Carolina del Sur casi se evaporaba. Gingrich obtuvo un respaldo importante cuando Perry suspendió su campaña y le manifestó su apoyo.
La campaña de Santorum recibió un impulso este jueves, cuando el Partido Republicano de Iowa dio a conocer los resultados certificados de su asamblea partidista del 3 de enero y mostraron que se invirtió el resultado que daba la victoria a Romney por ocho votos; en su lugar, se determinó que Santorum había ganado por 34.
Adam Aigner-Treworgy, de CNN, contribuyó con este reporte